MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
A pesar de un tumultuoso 2022, Boat International informó este mes que este año se vendieron 600 superyates por un total de US$3.800 millones
Multimillonarios de todo el mundo están llegando al Caribe listos para las fiestas de Navidad y Año Nuevo y el número de yates en la región se ha duplicado con creces con respecto al mes anterior.
La temporada de yates en las naciones del Caribe está en pleno apogeo y más de 200 embarcaciones de lujo se han agrupado entre las islas, en comparación con las 81 de fines de noviembre, según datos de embarques compilados por Bloomberg.
El superyate Rising Sun de 454 pies de David Geffen es el más grande de la región, actualmente anclado frente a St. Barts, seguido por el Infinity, de 384 pies, anclado en las Islas Vírgenes Británicas. Recientemente se les sumó Ahpo, de 378 pies y propiedad del multimillonario canadiense-jamaiquino Michael Lee Chin, en St. Kitts.
En un año normal, el expropietario del Chelsea FC Román Abramóvich podría estar organizando una fiesta de Nochevieja junto al barco de Geffen en St. Barts, pero cuatro megayates vinculados o de su propiedad han permanecido en Turquía debido a las incautaciones de los yates de los oligarcas en todo el mundo después de que el presidente ruso, Vladímir Putin, invadiera Ucrania en febrero.
A pesar de un tumultuoso 2022, Boat International informó este mes que este año se vendieron 600 superyates por un total de US$3.800 millones.
En el otro lado del mundo, la cantidad de yates en las Maldivas también se ha disparado para las festividades. El Lauren L, de 290 pies, es el más grande de los 17 barcos de lujo que lanzaron sus anclas allí. El Cloudbreak, de 237 pies y propiedad del ruso Alexander Svetakov, lidera la diversión en Phuket, después de pasar dos meses en una parte remota de Indonesia y hacer escala en Singapur por unos días.
Desde el famoso Tellicherry negro del estado de Kerala, en el sur de la India, hasta los pimientos rojos de Sichuan, en China, y el raro Mac Khen
Fuegos artificiales, noches de discoteca, grandes celebraciones y hasta lanzar globos de papel marcan la llegada del próximo año