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La búsqueda de comodidad en las prendas de vestir no desapareció. Ahora el reto es combinar colores y materiales
El verse sofisticado o elegante ya no depende únicamente de las corbatas, los corbatines o los trajes, pues con la pandemia, la moda de estar lo más cómodo posible también se trasladó a las oficinas. Por eso, ahora es común ver atuendos con polos, camisetas y hasta sudaderas.
“El código de vestimenta en oficinas se ha relajado. En empresas donde se utilizaban varios accesorios algunos altos ejecutivos incluso se han desprendido del saco o blazer”, explicó Carlos Alberto Sotomayor, consultor de imagen y director de la licenciatura de Negocios de la Moda en la Universidad de Guadalajara.
Con más opciones fuera del mundo de lo clásico, la elección de prendas ahora puede incluir colores, estampados y materiales. Así como otras alternativas par cubrir el cierre del cuello como mascadas, gaznés o pañuelos.
Sotomayor explicó que en materia de colores, este año la tendencia es el uso de tonos que generen calma, como el violeta o malva; los colores neutros relacionados con la naturaleza, como los tonos tierra, marrones y verdes claros y los azules en tonalidades bajas.
“Son colores que ayudan a sentir paz, a continuar esa relajación que se vivió en casa llevarla a la oficina, más en estos momentos en que todavía hay incertidumbre”, añadió el experto en moda.
Sin embargo, para los que se niegan a dejar la corbata, otra opción para apuntar a la modernidad es el probar nuevas combinaciones.
“La clave de esta tendencia no es olvidar las prendas, las siluetas o los accesorios que han venido siendo clásicos, sino en el styling de las mismas prendas, cómo uso esa corbata o qué tan arriesgada puede ser, usar explosiones de color como el baby blue o el amarillo, estampados que sea algo más propositivo y jugar con estos elementos para resignificarlos al estilo personal”, concluyó Juan Miclott, director creativo de Miclott.
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