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LA ‘opera prima’ del chef Andrés Fernandes busca que la cocina de lujo tenga precios más asequibles para los comensales, mientras fortalece el uso del producto local
Después de una pandemia y varios meses de remodelación, el sueño postergado del chef Andrés Fernandes, finalmente cobró vida en Bogotá.
Cascajal, como nombró a su ‘opera prima’ busca deleitar a los comensales con sabores colombianos que se mezclan con técnicas internacionales. Fernandes ha vivido en Francia, Japón y Australia, además de representar a Colombia en el Bocuse d’Or (el Mundial de la Cocina), con lo que cada uno de los saberes aprendidos convergen en sus platos.
“También he viajado a través del país para reconocer los productos locales y poderlos utilizar con las técnicas que aprendí alrededor del mundo”, comenta Fernandes.
Esto se ve en la implementación del tamarindo, el coco y hasta el tomate de árbol, entre otros productos locales, en sus platillos recomendados. Que se sirven (como un plus a la colombianidad) en una vajilla especialmente diseñada para el restaurante por artesanos locales.
Además del sabor y la impecable presentación de sus platos, a Cascajal lo hace destacar el cuidado de los pequeños detalles. A nivel visual, por ejemplo, la ubicación de las mesas, los colores selectos, sumados a la cercanía del chef, hacen de la experiencia algo cercano a los comensales.
Por esta misma línea van los precios y el tiempo para disfrutar de su menú degustación. Fernandes cuenta que la meta es que sea más asequible, para que más personas se acerquen a la cocina de lujo y, además, lo puedan hacer el día que prefieran, sin importar si es fin de semana o no.
Los visitantes, entonces, podrán elegir entre un menú de cuatro pasos, uno de seis y uno de ocho, con la promesa de que “el comensal quede igual de satisfecho con la opción que elija”, dice el chef. Y completar la experiencia con una amplia cava de vinos o los cocteles de autor que, al igual que sus preparaciones, tienen su toque local.
Calamar cocido con sabores colombianos
Uno de los platos recomendados por el chef es su calamar cocido, acompañado por tagliatelle de curry y lo mejor de los sabores colombianos en un puré de tamarindo y emulsión de encocado.
Tartar de langostino a modo de reinvención
Para quienes aman los sabores del cóctel de camarones, una opción es la representación de la casa: el tartar de langostino con limón negro, ketchup de tomate de árbol, mayonesa de ajo y puré de plátano.
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