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La empresa tiene 15 años
Nacieron hace 15 años y ya se han vendido tres millones de pares. Las zapatillas Veja han conquistado al público a través de Instagram y hasta Meghan Markle las calza. Además de "trendy", respetan los derechos humanos y el medio ambiente.
La historia de Veja es la de dos jóvenes franceses que soñaban con un mundo mejor. Sébastien Kopp y François Morillion, licenciados en Economía, empezaron a trabajar en bancos de inversión de Washington DC y Nueva York nada más acabar la universidad. Tras pasar unos meses allí, decidieron que esa no era la vida que querían. No lo dudaron y, en 2002, crearon su propia fundación: Just Planet. Sus intereses no estaban centrados en las finanzas, sino en hacer un mundo más justo. Los sueños juveniles pueden hacerse realidad. "Nuestra ONG ofrecía a grandes firmas de moda y de alimentación estudiar sus políticas de responsabilidad social corporativa alrededor del mundo. Durante un año François y yo viajamos juntos introduciéndonos en el corazón de estas compañías, en sus fábricas, en sus cultivos... Fuimos a China, Brasil, India, Bolivia y Vietnam buscando soluciones para ofrecer mejores condiciones a los trabajadores y también reducir la contaminación y respetar el medio ambiente", explica Sébastien Kopp. En su estudio de campo, él y su colega Morillion quedaron decepcionados porque los discursos de aquellas compañías poco tenían que ver con la acción.
Compromiso social
Ante esta certeza decidieron actuar y, con 25 años, crearon una empresa en la que poder aplicar su ideario social. Hoy cuenta con 120 empleados y en 2018 facturó 30 millones de euros. "Veja nació en 2004, creamos la marca desde la nada, con muy pocos recursos, era más una aventura que una compañía. Nuestra meta era diseñar la primera deportiva que respetase tanto los derechos humanos como el medio ambiente. Una sneaker que se haría de manera diferente: desde las materias primas hasta la producción y la distribución", señala Kopp. Así surgió Veja, palabra portuguesa que significa "mira" y con la que este tándem inquieto quiere que miremos cómo están hechas sus zapatillas, de las que desde entonces han vendido tres millones de pares.
Todos respetuosos con el entorno. "Nuestra inocente definición de sostenibilidad es saber dónde se hace todo, cómo se hace e ir añadiendo un impacto positivo en cada paso de la cadena de producción", continúa. Apostaron por el algodón orgánico y de comercio justo de Brasil para el cuerpo de sus modelos. "Es el único país donde podemos encontrar la materia prima que necesitamos para realizar las sneakers como queremos. Además, las condiciones laborales son buenas en el sur, donde se encuentra nuestra fábrica". Y siempre investigan nuevos materiales, alternativas inteligentes a la piel, pero sin usar plástico, aunque sí lo reciclan: "En 2014 desarrollamos el B-Mesh, un material 100% hecho de botellas de plástico recogidas de las calles de Río de Janeiro y São Paulo", cuenta. Pero antes, en sus inicios, ya habían ido al Amazonas a buscar caucho para las suelas: "Lo compramos en la selva, directamente de las comunidades de hojalateros, pagando un precio justo. Los recolectores prefieren trabajar para nosotros que cortar los árboles para criar ganado", defiende.
Su última apuesta es el modelo Campo, hecha a partir de residuos de maíz. Sea cual sea el material empleado, las Veja son sinónimo de simplicidad. "Nos encanta el minimalismo, nos inspiramos en el look de trabajo, en los zapatos militares y de trail", añade Kopp. Working shoes que ya forman parte del fondo de armario de la royal Meghan Markle. "Cuando apareció con nuestras V-10 Instragram explotó, se llenó de miles de likes y comentarios", apunta. La red social es esencial para Veja, que ha optado por no invertir en publicidad y producir solo lo que va a vender para no encarecer costes ni tener stock. Hoy están presente en 45 países y 1.800 tiendas, como Selfridges or Barneys. Las reconocerá por su logo en forma de "V".
Con talento
A lo largo de su breve y fructífera trayectoria, Veja ha ido sumando colaboraciones con firmas como Agnès b, Bonpoint o Comptoirs des Cotonniers. Una de sus últimas alianzas ha sido con un grande de la moda: Christophe Lemaire, diseñador de Hermès y Jean Paul Gaultier entre otras marcas, y ahora al frente de su propia firma (Lemaire). "Christophe y yo estábamos sentados juntos en una cena de Greenpeace y decidimos crear una zapatilla que reuniera a los dos equipos de Lemaire y Veja. La primera idea fue una zapatilla sin cordones hecha de botellas de plástico recicladas. Y el segundo es un modelo más 'vintage' inspirado en un zapato del ejército italiano", cuenta Kopp.
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