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Esta creación única, que combina la riqueza del vino con la frescura de la cerveza, está cautivando los paladares de la capital francesa
En el corazón de París, una bebida inusual está capturando la atención de los amantes de la gastronomía: la vierbeza. No es un mero cóctel, sino una ingeniosa fusión de vino y cerveza, una creación que desafía las fronteras tradicionales de las bebidas. Esta cofermentación del mosto de cerveza y de vino da vida a una bebida que promete ser el inicio de una nueva era en el mundo de las bebidas artesanales, a pesar de no es un concepto del todo novedoso.
La vierbeza surge como una innovación francesa, inspirada en la grape ale italiana. Gabriel Frelet, de Gallia París, explica su singular proceso de producción: una fermentación simultánea del mosto ácido de cerveza y del mosto de uva. Esta técnica permite que la bebida incorpore las cualidades de ambos ingredientes, logrando un sabor único que combina las características del vino con un toque de cerveza. Frelet sucede a Rémy Maurin, el pionero de esta bebida en una histórica cervecería parisina.
El nacimiento de la vierbeza coincide con un cambio en las tendencias de consumo en Francia. Mientras que el vino tinto enfrenta una disminución en su popularidad, la cerveza artesanal gana terreno. Gallia París, a la vanguardia de esta revolución, ha estado experimentando con la cerveza durante una década. Las creaciones de Gallia están disponibles en bodegas seleccionadas, bares, y hoteles en París y alrededores. Aunque se exporta a Dinamarca e Inglaterra, el foco principal de ventas es París, donde se realiza la entrega en bicicleta. Gallia también distribuye a través de correo postal a toda Francia. En Estados Unidos, esta tendencia también ha ganado terreno, mientras que, en España, intentos similares como la Grape Beer de La Fábrica de Málaga no han logrado gran popularidad.
La fusión de diferentes elementos en la cocina está en auge, citando ejemplos como el sushirrito o el cronut. En España, podemos encontrar paralelismos con bebidas como el kalimotxo, el tinto de verano o la sangría, y en comidas, novedades como el nigiri de paella marinera o la hamburguesa con torreznos. Un ejemplo del dinamismo en la gastronomía actual, donde la mezcla de influencias es cada vez más prominente. La fusión entre vino y cerveza no sólo es una moda pasajera, sino un reflejo de la evolución y la innovación en la industria de bebidas. Es un símbolo de la modernización y la apertura a nuevas tendencias en el sector gastronómico. Aunque la 'vierbeza' triunfa en París, aún está por verse si esta tendencia se extenderá a otras regiones vitivinícolas tradicionales, como Burdeos en Francia o en España, donde podría enfrentarse a cierto escepticismo cultural. Mientras que algunos puristas pueden ver con recelo esta fusión, es innegable que la 'vierbeza' representa un paso adelante en la innovación y diversificación de la oferta de bebidas.
Contrario a las cervezas aromáticas, la 'vierbeza' se asemeja más a un vino espumoso y está disponible en múltiples variedades: tinto, blanco, rosado, y naranja, aludiendo a los orange wines. Se sirve en botellas de vino, con una presentación visualmente atractiva y moderna. Cada variedad tiene su proceso de fermentación específico, con uvas de diversas regiones francesas, destacando Alsacia en 2023.
La cerveza y el vino, consumidos con moderación, ofrecen una serie de beneficios sorprendentes para la salud, que van más allá de su disfrute sensorial. La cerveza, por ejemplo, es conocida por ser rica en vitaminas del grupo B, especialmente la vitamina B6, que ayuda a proteger el corazón. Además, contiene antioxidantes, aunque en menor cantidad que el vino, y minerales como el silicio, que juega un papel importante en la salud ósea. Estudios han sugerido que el consumo moderado de cerveza puede estar asociado con una menor incidencia de enfermedades cardiovasculares, gracias a su efecto sobre el colesterol y la reducción del riesgo de formación de coágulos sanguíneos.
Por otro lado, el vino, especialmente el tinto, es famoso por su contenido de resveratrol, un potente antioxidante que se encuentra en las pieles de las uvas. El resveratrol ha sido asociado con una variedad de beneficios para la salud, incluyendo la protección contra enfermedades del corazón y ciertos tipos de cáncer. Además, el vino tinto contiene flavonoides y taninos, que contribuyen a la salud cardiovascular y pueden reducir el riesgo de enfermedades crónicas. El consumo moderado de vino también ha sido vinculado con un mejoramiento en la salud mental, ayudando a reducir el estrés y promover una sensación de bienestar.
La vierbeza, con su combinación única de vino y cerveza, no sólo es una novedad en el mercado de bebidas, sino también un reflejo de los cambios en los gustos y preferencias de los consumidores. Con sus variadas presentaciones y sabores, esta bebida se posiciona como una opción atractiva tanto para los amantes del vino como de la cerveza, uniendo lo mejor de ambos mundos en un solo producto. Su éxito en París promete extenderse a otras partes del mundo, marcando un hito en la historia de la gastronomía y la cultura de las bebidas.
La marca también reportó un margen bruto de 52,1% y un aumento de 35% en los beneficios por acción, alcanzando los US$1,26
Según comunica la marca, tiene previsto abrir cuatro tiendas adicionales en España en los próximos años y reforzar su presencia digital
La casa de subastas organiza una serie de ventas en vivo a partir de hoy y ventas en línea continuas como parte de su Semana Clásica