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La Vuelta abre una edición de lujo en cuanto a participación y recorrido. Pero más allá de los aspectos deportivos, supone una inmejorable ventana al mundo de la geografía española, desde los destinos más requeridos a los rincones más recónditos, que esperan multiplicar la inversión necesaria para formar parte de la gran ronda española por etapas.
Recorrido
La edición de este año se compone de 21 etapas que cubrirán una distancia total de 3.153,8 kilómetros. Hasta el banderazo final en las calles madrileñas el próximo 27 de septiembre, la prueba mantendrá la costumbre de visitar nuevos parajes, dentro y fuera de las fronteras españolas, al realizar incursiones en Andorra y Francia.
Además, se estrenarán cotas como la Cruz de Linares o Belagua, junto con rampas míticas del ciclismo como el Xorret de Catí, L'Angliru o el Tourmalet, uno de los referentes del Tour de Francia y que volverá a ser escalado tras el reciente paso del Tour.
Impacto económico
Cada etapa recorrida por el pelotón supone un movimiento cercano a las 3.000 personas entre participantes y personal de los equipos, miembros de la organización, fuerzas de seguridad y visitantes, lo que genera un impacto total cercano a los US$7,5 millones durante las tres semanas en las que discurre la prueba. Solo el retorno en hospedaje y restauración está cifrado en US$270.000 por noche en las localidades que acogen cada final de etapa.
El interés por acoger la prueba lo demuestra: este año 11 localidades estrenarán salida y habrá ocho llegadas inéditas. La cifra de negocio para Unipublic, organizador de la carrera, rondará los 30 millones de euros, generados por ingresos de televisión y patrocinios, y un beneficio cercano a los 10 millones.
Inicio en Barcelona
La Vuelta volverá a iniciar su andadura en la Ciudad Condal medio siglo después. Para ello, la capital catalana ha desembolsado un canon que fuentes del sector cifran en 1,16 millones de euros por acoger la primera etapa y la llegada de la segunda. El final de fiesta volverá a ser para Madrid, que el pasado año abonó US$323.000.
Escaparate
El interés de las localidades por formar parte de la ronda se basa en la ventana al mundo que supone. Se emite en 190 países, que suman 74 horas de señal en directo, y es cubierta por más de 1.000 periodistas de 28 nacionalidades.
Solo en España congregó el pasado año a 1,1 millones de telespectadores diarios y 17,2 millones en total. En redes sociales sumó 1,5 millones de seguidores, 10,2 millones de visitas a la web oficial, 60 millones de vídeos en plataformas autorizadas y 295.000 descargas de la aplicación de la carrera.
Patrocinadores
Carrefour volverá a ser el sponsor principal, con TVE como televisión oficial. Los socios principales serán Cofidis, Loterías, Skoda, Correos y El Pozo.
En un segundo escalón se situarán Fertiberia, NTT Data, Caser, Santino, Tissot, VB Group, Ecopilas, Ambilamp, Telefónica Tech, Finisher y Alpecin, a los que acompañarán otra quincena de proveedores.
Prueba de referencia para la sociedad
La Vuelta ciclista se mantiene como uno de los eventos españoles de referencia tanto para la sociedad española como para los viajeros. De acuerdo con las conclusiones de un informe realizado por un grupo de investigadores de la Facultad de Ciencias del Deporte de la Universidad de Murcia, que estudia el impacto social y turístico de la gran ronda por etapas, destaca la excelente percepción social que tuvieron los residentes encuestados sobre el paso de la carrera por sus municipios.
95,4% de los vecinos que acudieron a ver la carrera querrían que La Vuelta volviera a pasar por su localidad. Un dato que aumenta entre los encuestados después de que el evento concluya. En este sentido, el 95,1% de los consultados refirieron que volverían a acudir a un evento de este tipo si se volviera a producir en su municipio. Asimismo, el 93,4% de las personas encuestadas recomendarían a familiares y amigos que asistieran a la carrera en directo si tuvieran oportunidad. Por su parte, la mayoría de los turistas que acudieron a ver el paso del pelotón de la carrera en vivo eran residentes de alguna localidad española.
En concreto, un 98% eran nacionales y recorrieron una media de 131,5 kilómetros para poder ver una etapa en directo. Además, uno de cada cuatro turistas pernoctaron en la localidad que visitaban, lo que incide en el impacto económico de la competición en las localidades por las que transcurre.
En cuanto a la composición de los grupos que se desplazaron para ver la carrera, el 73,5% eran miembros de la misma unidad familiar. Entre estos turistas, dos de cada tres hicieron uso de servicios de restauración locales y el 75% promocionó en las diferentes redes sociales su presencia en el municipio para ver pasar la carrera.
