Tienen acciones en diferentes equipos de fútbol por una cuestión sentimental y no por una cuestión económica.
El club español Albacete Balompié lleva vendidas algo más de 1.000 acciones de la tercera fase de ampliación de capital que realiza el equipo -se pretenden reunir 3,7 millones de euros-, una cifra que de momento resulta insuficiente para salvar al club de su agónica situación económica. Un especial en Castilla-La Mancha Televisión o la colaboración de algunos exjugadores no han resultado suficientes para reunir el dinero que necesita el Albacete, cuyo principal accionista es Andrés Iniesta desde 2011, cuando desembolsó 420.000 euros por 7.000 acciones.
El caso del jugador del Barça es sólo uno de otros muchos deportistas que se han aventurado a comprar acciones de clubes deportivos, aunque la experiencia demuestra que en estos casos pesa más el cariño a unos colores que el intento de obtener una inversión rentable desde un punto de vista económico o hacerse con el poder de una entidad.
El caso del Oviedo es uno de los mejores ejemplos. El club asturiano logró reunir el dinero suficiente para salvaguardar su futuro hace apenas unos meses. Multitud de deportistas colaboraron, como Mata, Michu, Fernando Alonso o Cazorla, aunque la solución no llegó hasta que el hombre más rico del mundo, el mexicano Carlos Slim, desembarcó con dos millones de euros, lo que le convirtió en el máximo accionista.
Fuera de nuestras fronteras las motivaciones de muchos deportistas son bastante menos altruistas. Michael Jordan es quizá el ejemplo más claro. El mítico jugador de baloncesto compró los Bobcats, una franquicia de la NBA, en 2010 por US$275 millones.
Otro ejemplo llegó el año pasado, cuando un grupo de inversión del que forma parte el exjugador Magic Johnson adquirió el equipo de béisbol de Los Angeles Dodgers y se hizo con su control. Otros deportistas de Estados Unidos, como Peyton Manning, Wayne Gretzky o Penny Hardaway también han seguido esta línea. Según parece, al otro lado del Atlántico los dólares pesan tanto como el cariño.
Zidane y el Rodez Aveyron
Zinedine Zidane es accionista de un equipo de la cuarta división del fútbol francés, el Rodez Aveyron. Con 240.000 euros invertidos, el jugador galo es uno de los principales inversores de este club, donde también están presentes importantes empresarios y algunos otros exjugadores.
Raikkonen: piloto y jefe
Kimi Raikkonen prefirió recibir acciones de Lotus Renault antes que un mayor sueldo o un importante bonus por resultados cuando recaló la temporada pasada en la escudería. Además, el piloto finlandés está detrás del equipo Doble R de F-3.
Manning y los Grizzlies
El quarterback de los Denver Broncos se convirtió en accionista minoritario de los Memphis Grizzlies de la NBA, tras la compra de la franquicia por parte de Robert Pera, un joven millonario del sector tecnológico.
LeBron James, un fan del Liverpool
LeBron James, accionista minoritario del Liverpool, prometió a la plantilla una gran fiesta en Las Vegas si ganan algún título durante esta temporada. "Todo el mundo necesita incentivos. Les ofrezco el mejor fin de semana de su vida", dijo.