2016

Leer el futuro no es muy fácil. Walter Mercado, ahora conocido como Shanti Ananda, lo hace todas las semanas y todas las semanas se equivoca. O Mauricio Puerta, que el otro día se hizo un ocho explicando cómo la carta astral de las Farc los obligaba a firmar la paz antes del 10 de agosto de 2015 “porque Júpiter, el gran Dios del Olimpo, estaba en Géminis”.

Sin embargo, pesar de no tener poderes predictivos tan sofisticados como los de Puerta y Mercado, utilizando el modelo econométrico del ojo de buen cubero, es posible especular sobre algunas variables claves que serán determinantes en 2016.  Estas son:

• El dólar: Cuando le preguntaron a J. P. Morgan cual era su pronostico sobre el mercado de acciones famosamente dijo: “van a subir y van a bajar y luego harán lo mismo”. Igual se puede decir del dólar: subirá y bajará y luego hará lo mismo. La pregunta es hasta donde y hasta cuando. Es muy posible que la volatilidad de la tasa de cambio ceda hacia finales de este año y que logremos un “nuevo normal” superior a los $2.700 e inferior a los $3.500. A los que pensaban alquilar villas en el sur de Francia el próximo verano o comprarse la nueva Cayenne, les tengo una noticia: el dólar a $1.800 es una especie extinta que no volverá a pisar la tierra colombiana. 

• El petróleo: Los sauditas se hartaron de cargar con Opep mientras cedían mercado a los demás que no eran parte del cartel. Su costo marginal es el mas bajo del mundo y con el petróleo debajo de US$40 de pasadita arrodillaron a Irán, su enemigo histórico, y quebraron a Venezuela, algo que debe tener feliz al departamento de Estado. Hasta ahí todo bien, pero la China empezó a trastabillar, Irán se reincorporará con un millón de barriles más y el fracking ahora es más eficiente. Ya va siendo hora de cerrar la llave un poco y colocar el precio arriba de los US$70, algo que podría ocurrir a mediados del año entrante si se quiere evitar una crisis geopolítica mundial. 

• La paz: Aunque ustedes no lo crean los diálogos en La Habana vienen avanzando positivamente y no, aún el gobierno no le ha entregado la patria potestad de los primogénitos de cada hogar colombiano a las Farc para que los críen para ser pequeños pioneros comunistas, como parecería deducirse de los alarmantes comunicados del CD. Ah y otra cosa, es mejor un congresito, con agenda limitada a reformas legales predeterminadas que una constituyentota, de composición corporativista para que se invente quien sabe que modelo alternativo de organización social. El próximo año será muy movido en materia política porque vendrá la ratificación y la implementación de los acuerdos, así como la incorporación a la legalidad de nuevas fuerzas políticas que se querrán hacer sentir. 

• Las finanzas públicas: No estamos en una crisis económica pero si en una crisis fiscal. Lo cierto es que la renta petrolera se disminuyó de $20 billones en 2014 a $3 billones este año y que el hueco hay que taparlo vía reducción de gasto, impuestos y deuda. Además se necesita mucha plata para el posconflicto. Ojo a los resultados de la Misión Tributaria. Pronóstico: prepárense para discutir más impuestos (o por lo menos diferentes) por esta época dentro de un año. 

• Bogotá: Una cuarta parte del PIB nacional esta en Bogotá y para muchos sectores económicos representa casi la mitad de sus ingresos. Lo que pasa en Bogotá afecta el estado de ánimo de todo el país. Este octubre sabremos si cesó la horrible noche o si el maleficio que recayó sobre la ciudad hace doce años continúa. Solo pensar que la izquierda puede seguir con su desgobierno es suficiente para quedarse en la casa con las cortinas cerradas. 

• Venezuela: El chavismo se robará las elecciones de diciembre si es que deja que las hagan. Nadie sabe que pasará después, pero la posibilidad de que se convierta en la Siria de América no es muy remota. 

Como diría Niels Bohr, ese sí un científico verdadero, las predicciones son muy difíciles sobre todo cuando son sobre el futuro. Esas son las mías. ¿Cuáles son las suyas?