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El interés por instalar las Tecnologías de Información y Comunicación en las aulas académicas aún se encuentra en etapa exploratoria o por lo menos, no ha sido dispuesta de manera extensiva. Este tipo de metodologías como las promovidas a través de tableros inteligentes tiene un importante sentido, si efectivamente se comprende la ubicación de las Tics en el proceso formativo. Al respecto, ya he tenido la oportunidad de realizar clases a través de algunos de ellos, y la realidad, considero que es trascendental, en la medida, en que la clase está igualmente conectada a dicho tablero.
La inversión en dichos tableros es altamente costosa, pero bien, valdría la pena ubicar la clase en dicho proceso, además de promover avances significativos en la relación docencia - educación - extensión. La actividad informativa de transmisión de conocimientos que aún es gran medida quien tiene mayor presencia en las aulas, debe mediarse con esta clase de equipos y aditamentos, para que el interés por las temáticas de las clases tenga un efecto superior. En las aulas es imperante llevar el ejemplo, el contraste, la discusión y los planteamientos traídos por estos sistemas.
La disposición para desarrollar por completo la clase por estos sistemas, no es otra cosa, que alentar la búsqueda de información, el análisis sobre la misma para la generación de conocimiento, a su vez que, la posibilidad para que el estudiante efectivamente se encuentre conectado (funcionalmente) con los lineamientos o contenidos que guían la clase en cada momento. De lo contrario, no es lógico el acceso de un computador personal a clase, cuando ni siquiera la clase misma está en función de los sistemas.
El interés por implementar recursos de origen tecnológico no ha sido abordado desde el contenido pedagógico, mas si técnico. La combinación de ambos frentes es imperante, para que efectivamente las Tics tengan sentido en el aula de clase.
El saber que los estudiantes están conectados en el tema, rastreando el tema de interés, interactuando con autores relacionados o construyendo el estado del arte de algún caso en cuestión, hace parte de los equipamientos que debe orientar de manera ordenada la incursión de los Tics en las aulas.
La interacción de los sistemas en las aulas, haría más exigente la relación docente - estudiante, y de paso, la propia administración académica, curricular e investigativa en las instituciones de educación. Al disponer la información, el tema consistiría sobre el quehacer y el para qué de tenerla, y qué provecho final podría tener el estudiante en cuestión. Se haría más visible el reconocimiento de la búsqueda de información por completo y, de paso, se conocerían las cualidades y condiciones en las que efectivamente se desarrolla la actividad académica e investigativa.
Si repasamos un poco las evidencias en materia de uso de Tics, estamos más conectados a ellas, y más expuestos para interactuar y avanzar en materia de información. Sin embargo, el tránsito hacia la generación de conocimiento aún se encuentra en entredicho, por ende, uno de los temas sobre los que debe prevalecer el escenario de aportes, consiste en establecer efectivamente lo que implica para el conocimiento disponer de herramientas en las aulas, y como estas deben alentar la transformación educativa.
La entrada de las Tics a las aulas en el caso colombiano continúa expuesta a la versión técnica y tecnológica, pero no frente a la pedagógica, investigativa y académica. Es importante, que se estudie las implicaciones de un proceso que puede traer más beneficios que vicios, y que podría mejorar mucho más, la actividad docente - investigativa, entre otras, en las instituciones de educación superior.