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La decisión del Emisor de subir las tasas de interés para frenar la inflación era una medida necesaria, pero puede lastrar la economía
Luego de un poco más de un año de mantenerse estables los tipos de interés en 4,50%, la junta directiva del Banco de la República resolvió ayer en su novena reunión del año subir las tasas a 4,75%, en una decisión que se veía venir en las últimas semanas luego de que la Reserva Federal no encareciera el costo del dinero para el mercado estadounidense y así darle un poco más de margen de maniobra a los mercados emergentes de asimilar la inminente medida antes de que finalice 2015. Pero lo que más incidió en el ajuste de tasas en Colombia fue la resurrección de la inflación que ya llega indómita a tocar un 5% a solo tres meses de terminar el año.
Todas las autoridades económicas, Bancode la República y Ministerio de Hacienda, “menospreciaron” en su momento el costoque representaría la devaluación en la canasta familiar, una clara situación de variaciónde precios que ha sido también altamente afectada por el fenómeno de El Niño, no solo porque se han retardado algunas siembras y cosechas por falta de lluvias, sino por la especulación inherente en estas situaciones.El Niño no solo trae alimentos caros, sino traslada expectativas de alza en los precios para el mercado de la energía. Bien lo plantean algunos analistas cuando enfrentan las tesis del Emisor y de la cartera de Hacienda al decir que “no podíamos devaluar más de 60% la moneda localy sentarnos a esperar que no sucediera nada con el costo de la vida”.
La decisión de subir los tipos de interés del banco central es oportuna, pero puede tener un efecto perverso en la necesaria recuperación de la dinámica económica. Las tasas en 4,75%, de intervención del mercado o de costo del dinero al sector financiero, no conjugan muy bien con la necesaria irrigación de capitales a una economía que está demostrando claros síntomas de frenazo.
Oficialmente dice el Emisor que “en agosto la inflación anual al consumidor aumentó yse situó en 4,74%. El promedio de las cuatro medidas de inflación básica (4,46%) volvió a subir y alcanzó el nivel más alto desde junio de 2009. Las medidas de expectativas de inflación de los analistas a uno y dos años se sitúan alrededor de la mitad superior del rango meta y las derivadas de los papeles de deuda pública a 2,3 y 5 años superan el 4% (...) El crecimiento del segundo trimestre (3%) fue algo mejor que lo proyectado, con la nueva información del tercer trimestre, el equipo técnico mantuvo el rango estimado de crecimiento económico entre 1,8% y 3,4%,con 2,8% como cifra más factible”.
Debemos entender que la economía ha entrado en un ciclo en donde no podemos esperar los mismos indicadores que se daban hasta hace un par de años. Claramente el contexto internacional le está pesando a la situación nacional y la caída del precio del petróleo nos pegó más de lo esperado.
Para desvanecer el reino de la incertidumbre se necesitan acciones concretas, con foco y objetivos precisos, 2025 debe ser un tiempo de hacer, ejecutar, quejarse menos y garantizar resultados