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La proporción de colombianos en edades productivas no crece de manera sostenida frente a los inactivos, es decir a los menores de 15 y mayores de 60 años, nuevo problema
Una noticia que no puede pasar desapercibida es que entre abril y junio de este año, nacieron 126.520 niños, una cifra que está por debajo de la reportada en el mismo periodo de 2020 (141.454), cuando se registró una caída de 7% en medio de la pandemia.
Dice Piedad Urdinola, directora del Dane, que “desde 2021 hemos tenido unas caídas que incluso nos llevan a unos niveles por debajo de lo que tuvimos en la caída más grande que teníamos en esta serie, que era 2020.
En este momento estamos reportando una cifra de 126.520, que es, para todos estos segundos trimestres del año, la cifra más baja que estamos reportando, que corresponde a una caída, frente al mismo trimestre del año anterior, de 10,5%”.
Entre enero y julio nacieron solo 297.756 niños, 30.400 menos que en el mismo periodo del año pasado, lo que confirma y acentúa la caída de la fecundidad en el país. “Lo que estamos encontrando es esa gran caída, tenemos que el número de nacimientos en Colombia ya está por debajo de 300.000”. Del total de nacimientos 51,3% correspondió a hombres y 48,7% a mujeres.
Es un nuevo problema que le salta al país, un fenómeno generado durante las últimas décadas en todo el mundo que se origina en los cambios en la estructura familiar más pequeña y el aumento en el número de parejas que optan por no tener hijos.
También que las mujeres tienen mayor acceso a la educación, al trabajo y a emigrar, situaciones que hace dos o tres décadas atrás no estaban presentes. Todo esto ha llevado a que el tema de la maternidad se postergue en el tiempo, lo que a la postre puede generar en tasas de natalidad más bajas; al menos este es el patrón de factores sociales presentes en los países con la misma situación, en donde se ha perdido el bono demográfico, es decir la proporción de personas en edades productivas y las personas inactivas, que son los menores de 15 años y los mayores de 60.
En pocas palabras, empieza a escasear la gente en edad de trabajar. Si se miran los muertos, en el segundo trimestre de 2023, el Dane reportó 67.426 defunciones no fetales, con lo que en lo corrido del año los casos de muerte ya suman 156.351, con una caída de 8,9% con respecto al mismo periodo de 2022.
Caen los nacimientos, bajan las muertes, el mismo panorama que hoy tienen los países desarrollados, con la diferencia que el ingreso per cápita no es el mismo ni las tasas de crecimiento económico iguales.
Durante el segundo trimestre se registraron en concreto 126.520 nacimientos y más de 67.000 defunciones, lo que evidencia cambios poblacionales que se han acentuado en Colombia desde hace medio siglo; ya desde los años 70 se observa la tendencia de reducción de la tasa de natalidad y mortalidad proporcionalmente, afectando el bono o dividendo demográfico, lo que ha evidenciado que hoy hay menos población en edad de trabajar y más población dependiente.
Los países europeos, los más afectados por esta situación, resuelven el problema atrayendo inmigrantes a estudiar y trabajar, gente dinámica en su mayoría que suple la caída en nacimientos, paga impuestos y desarrolla el país, pero en el fondo lo que solucionan es el soporte pensional y el mantenimiento del Estado del bienestar. El sector más afectado por esta nueva realidad nacional, que se profundizará en los próximos años, es el agrario, que no tendrá la mano de obra necesaria para sus labores.
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