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Esta es una de esas noticias que parece sacada de otra realidad. Bien por el Gobierno Nacional en el logro de este objetivo.
No debe caber la menor duda. Las cosas en Colombia están cambiando y sobre esa firme creencia de transformación hay que cimentar las bases del nuevo país para los próximos años. El proceso de paz con los grupos guerrilleros ya empezó, y solo falta que salga humo blanco de las conversaciones en La Habana para que haya un cese definitivo al fuego guerrillero. Igualmente, la economía colombiana muestra indicadores incomparables en la última década: tasas de interés bajas del 3,25%; inflación que ronda 2% anual; tasa de desempleo con tendencia a la baja en 9%; devaluación que beneficia a los exportadores; tratados de libre comercio en marcha; crecimiento de la inversión extranjera, y una leve recuperación del sector industrial.
Ahora bien. A este excelente panorama se suma el efectivo proceso en curso para quitarle la visa a los colombianos para que puedan entrar libremente a casi todos países del continente europeo. Aún no hay fecha en que se hará efectiva la medida, pero la Unión Europea ya confirmó la eliminación de visa para los colombianos y peruanos que quieran ingresar a los 26 países que hacen parte del espacio Schengen. Los 22 países que hacen parte del espacio Schengen son Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Suecia, República Checa, Hungría, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Polonia, Portugal, Grecia y cuatro más no miembros de la UE: Suiza, Noruega, Islandia, Liechtenstein.
De esta nueva realidad se desprenden muchas cosas desde el punto de vista económico, cultural y social. Los colombianos no solo podrán hacer turismo libremente, sino que podrán explorar nuevas posibilidades de intercambios en diferentes esferas. Solo a España viajan cada año unos 150.000 colombianos, unos 30.000 a Francia y unos 25.000 a Alemania, solo para reseñar algunos de los países más atractivos para hacer turismo y negocios. Pero el verdadero avance es en materia de imagen de país. Bien podemos decir que vamos cambiando esa cara de país paria, pelionero con sus vecinos, que solo vende al mundo historias de narcotráfico, guerrilla, pobreza y subdesarrollo. Ahora somos un país en cambio radical con un pie en la Ocde, ese club de las buenas prácticas; caminamos a ser la tercera economía de la región, y Colombia se ha convertido en una economía sólida que ofrece oportunidades para las desarrolladas y construye bienestar entre los colombianos.
Que no haya visa para entrar a Europa nos pone en la misma situación de varias naciones de la región como Argentina, Brasil, México o Chile. Progresamos, ahora solo nos queda ser conscientes de ello y de las oportunidades que nos brinda el nuevo entorno.
Para desvanecer el reino de la incertidumbre se necesitan acciones concretas, con foco y objetivos precisos, 2025 debe ser un tiempo de hacer, ejecutar, quejarse menos y garantizar resultados
