¿Cómo enrutar un gobierno que se desencarrila?

Bloomberg hizo un corte de cuentas del Gobierno Nacional a pocas semanas de cumplir su primer año al frente de la Casa de Nariño.

La agencia de noticias estadounidense y uno de los medios más influyentes en el mundo de la economía y las finanzas, toca lateralmente la trama de la interceptación de llamadas telefónicas y los audios del exembajador en Caracas que ponen en entredicho la financiación de la campaña a la Presidencia, al tiempo que se concentra de lleno en cómo la banca internacional, las agencias calificadoras de riesgo y los fondos de inversionistas interpretaron que los escándalos frenaron la agenda de reformas estructurales y reactivaron sus apuestas por los negocios e inversiones en Colombia, al punto que el peso se revaluó contra todos los pronósticos y el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional revisaron al alza sus pronósticos de crecimiento para el cierre del año que se acercará a casi dos puntos.

Dice la agencia que “muchos inversionistas temían que los proyectos de ley de asistencia social dispararían el déficit fiscal y se sintieron aliviados de que las propuestas de Petro fueran derrotadas o suavizadas. Entonces, la moneda de Colombia ganó cuando la coalición de Petro comenzó a fracturarse, y luego amplió su recuperación después de que estallaron los escándalos”; dicho de otra manera, gracias a los escándalos la gestión gubernamental ha tenido que dedicarse a otros temas más formadores de opinión pública, que a los quehaceres de cambiar la realidad económica como es rediseñar el sistema pensional, borrar el régimen actual de salud y cargar con cambios onerosos la contratación laboral por las nuevas cargas que plantea la reforma laboral.

Matthew Bristow, analista de la agencia, dice en su artículo titulado “Cómo se descarriló la primera presidencia izquierdista de Colombia” que Petro tiene un historial de asustar a los mercados, incluso criticando al banco central, oponiéndose a la extracción de petróleo y sacudiendo la gestión de Ecopetrol, pero no desconoce que el peso se fortaleció 16% entre comienzos de año y el 14 de junio y es la moneda del mayor fortalecimiento entre los principales mercados emergentes, mientras que los bonos de la Nación también ganaron.

Si bien Colombia no es Perú ni Ecuador, en donde se botan presidentes sin mayor rubor ni repercusiones económicas, el Gobierno Nacional, al que le quedan tres años de mandato, debe enderezar las cargas, una suerte de enrutar una administración descarrilada por tramas que no tienen que ver precisamente con la gobernabilidad, pero sí con el actuar de funcionarios clave y todo el manto de oscuridad que puedan reflejar maletas de dinero, interceptaciones, ataques a la prensa y un muerto de por medio.

Si bien la capacidad para aprobar las reformas está sobre la mesa, situaciones como las elecciones regionales van a marcar un antes y un después, pues lo más probable es que el partido de Gobierno pierda el grueso de las grandes alcaldías y gobernaciones, mermando gobernabilidad y capacidad para retomar el liderazgo entre los congresistas.

Para enrutar la administración nacional, lo primero que se debe hacer es sensibilizar, armar consensos, agrupar al país, no dividirlo, tal y como se ha hecho en este primer año. Las reformas estructurales son necesarias, pero no como los ministros las pretenden sacar.