MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
Venezuela es un jugador importante para la industria petrolera y el desenlace de su caos político tendrá gran repercusión en el precio del crudo
El petróleo venezolano se encuentra en una de las encrucijadas más grandes de sus historia. El gobierno de Nicolás Maduro rompió relaciones diplomáticas con Estados Unidos, mientras que el presidente Donald Trump reconoció como mandatario interino a Juan Guaidó. La triangulación de nombres cobra importancia porque Venezuela es uno de los grandes productores de petróleo que tiene como destino el mercado estadounidense, en el cual pone unos 500.000 barriles de una producción diaria cercana a 1,2 millones, lo que quiere decir que Trump es el mejor cliente de Maduro. Al romperse las relaciones diplomáticas y al ser reconocido un nuevo gobierno, quiere decir que esos 500.000 barriles aproximados no serán pagados al régimen que hasta ahora mandaba en el Palacio de Miraflores, sino al de Guaidó, situación que desencadenará una inminente asfixia financiera sobre las arcas venezolanas que no tienen otra fuente de divisas que el crudo. Otro coletazo de la crisis política será la suspensión de las vetas de petróleo venezolano a las firmas estadounidenses como Chevron o Total, que deberán acudir a las reservas internas o a otros países para suplir compromisos con las grandes distribuidoras.
Tampoco se puede desconocer que a esta situación de suministro irregular y más suspensión de pagos o importaciones se suma que Venezuela tiene unas de las reservas de petróleo más importantes del mundo, según el World Factbook elaborado por la CIA y recogido por medios como Business Insider. Dice el documento que “el consumo de crudo a nivel global asciende a 89,86 millones de barriles de 117 litros cada día, 32.799 millones de barriles de petróleo al año en promedio (...) Venezuela es el país con mayores reservas, con 300.900.000.000 barriles de petróleo a extraer. Le siguen Arabia Saudí (266.500.000.000), Canadá (169.700.000.000) e Irán (158.400.000.000)”, lo que quiere decir que cualquier movimiento político en el vecino país puede llegar a afectar los precios. En otra fuente de información, la Agencia Internacional de Energía, se estima Venezuela ha venido reduciendo su producción en 140.000 barriles, caída que ha sido compensada por otros países de la Opep y que ha generado asimetrías en el suministro y como consecuencia incrementado la volatilidad del precio del crudo.
Ante esta situación de incertidumbre y volatilidad en los precios del barril del petróleo para los próximos meses, es clave analizar el impacto que tendrá el caos venezolano en el sector petrolero en Colombia, que dicho sea de paso ya había sido asimilado con varios años de anterioridad. La producción de crudo nacional pocas veces antes ha estado tan cerca de la venezolana, pues ronda los 900.000 barriles diarios, una cifra que se ha ido incrementando con la recuperación de los precios en 2018. Todas estas variables deben ser tenidas en cuenta para la revisión de los presupuestos del gobierno central y de Ecopetrol, máxime ahora que se ha ventilado -sin ser oficial- la venta de 8,5% de las acciones que el Estado tiene en la empresa mixta y que ya ha sido aprobado por el Congreso de la República. Sin una estabilización política de Venezuela a corto plazo, más fuerte volatilidad en el precio del barril de petróleo, las autoridades energéticas colombiana y por supuesto la mayor empresa nacional, deben tomar decisiones con mucha calma para proteger el erario.
Colombia debe avanzar, antes de la necesaria regionalización, en sistemas de pueblos y ciudades agrupados en áreas metropolitanas que unifiquen el desarrollo de las capitales
El Instituto Colombiano de Crédito Educativo y Estudios Técnicos en el Exterior, Icetex, es un auténtico zombie en la estructura moderna del Estado y en la financiación educativa
Algunas tendencias explican las movidas que se están dando en los supermercados, las tiendas de vecindario o de conveniencia, en las que el ganador debe ser el consumidor