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Si la declaración de renta fuera universal en Colombia, el 14 de julio sería “el día de los impuestos”, pues solo hasta esta fecha el contribuyente estaría a paz y salvo con la Dian
Lo primero que hay que decir es que en Colombia hay un sistema de impuestos, oscuro, desordenado, privilegiado, caótico, inequitativo, ineficiente, poco práctico y bastante corrupto. El caos es consecuencia de más de 20 reformas tributarias en los últimos 30 años que ha engendrado un Estatuto Tributario de más de mil artículos, algunos que nunca se han reglamentado, situación ideal para un desorden en donde navegan contadores, financieros y abogados inescrupulosos, que les sacan partido a sus clientes para evitar lo inevitable en otros países más organizados: el deber de contribuir con el Estado con impuestos.
El presidente electo, Gustavo Petro, su ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo y el director de la Dian, Luis Carlos Reyes, han hecho lo mismo que sus antecesores y no se han guardado ni una sola palabra para promocionar y empezar a sensibilizar la nueva reforma tributaria que tienen en ciernes. Lo primero que deberían hacer es organizar la casa en materia de orden y control, es decir, simplificar, limpiar y atacar la evasión, de tal manera que la inmensa mayoría de la Población Económicamente Activa, de alrededor de 24 millones de personas (solo los que tengan ingresos formales y/o informales) tengan que declarar renta para que sean sujetos de devoluciones de impuestos, subsidios y solo paguen quienes verdaderamente cumplan con los filtros de la Dian.
Colombia está obligada a evolucionar en el tema de impuestos, debe ser una obligación universal en donde quepan todos, no solo las empresas y empleados formales, y mucho menos, dejarlo al lobby en el Congreso; los colombianos tienen que ser conscientes de que pagar impuestos es invertir en su bienestar, en su desarrollo económico y en la disminución de las precariedades; si esta percepción no se generaliza, los políticos de turno siempre usarán los impuestos para castigar o vengarse de sus detractores; los impuestos universales en función de la renta y el consumo deben ser una asignatura a resolver en los próximos años, pero para lograrlo hay que verlos como una contribución, una inversión en un futuro mejor.
Libertank profundizó en una arista bien desconocida en Colombia: ¿cuántos días trabaja usted para pagar sus impuestos? La respuesta es muy variada, pero más de 50% de la economía no lo hace, pues es informal. “El Día de la Libertad de Impuestos o Freedom Tax Day, no es algo nuevo en el mundo, pero sí de gran relevancia para la ciudadanía (...) El análisis parte de dos fuentes de recaudo fiscal esenciales: cotizaciones sociales y el impuesto de renta a las personas naturales.
El contribuyente también soporta el IVA, que es 68% del ingreso destinado a consumo, gravado por 19%; los impuestos municipales y especiales”. La conclusión para el centro de investigación y pensamiento es que este año, “el Día de la Libertad de Impuestos llega el 14 de julio. Se tiene que en el 2022 los contribuyentes tienen que trabajar 129 días para pagar el impuesto de IVA, 65 días para pagar las cotizaciones sociales y 1 día para pagar impuestos especiales y municipales aproximadamente”. Claramente, la sensibilización sobre los tributos aumenta, pero los responsables de organizar el tema estructuralmente no lo han logrado y se usa como instrumento político y no como una fuente de aporte para el progreso de todos.
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