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Colombia no puede seguir cediendo en el índice de libertad económica mundial, las razones de ese retroceso pueden convertirse en motivos políticos populistas en temporada electoral
Colombia no puede estar en el listado de países “moderadamente libres” a la luz del Índice de Libertad Económica Mundial, y menos aún que se considere que ha aumentado la tendencia de perder gradualmente la libertad económica. “Arrastrada por la disminución de la puntuación en los derechos de propiedad y la salud fiscal, ha registrado una pérdida general de libertad económica de 4,6 puntos desde 2017 y ha caído desde la parte superior de la categoría ‘moderadamente libre’ a la media”. Es una pésima noticia en tiempos electorales, en los que se buscan argumentos para imponer criterios de derecha o de izquierda para ganarse el favor de los electores.
La economía local está entre las 60 del mundo entre 177 países con mayor libertad, de acuerdo con el informe de la Fundación Heritage, puede ser un puesto aceptable, pero al revisar cuáles son los países que lo acompañan, las cosas no se ven tan bien, pues Perú, Costa Rica, Panamá, México, Guatemala y Paraguay, pareciesen en la distancia estar en inferiores condiciones. Colombia debería estar al lado de Chile, en el puesto 20 del ranking con 74,4 puntos, y Uruguay, en el 34, con un puntaje de 70,0, siendo los únicos países de la región que están en la categoría “mayormente libres”. En una categoría inferior, las “mayormente no libres”, están El Salvador, Honduras, Nicaragua, Ecuador y Brasil. Los elementos de medición del índice hablan del tamaño del gobierno, gasto público, carga fiscal, salud fiscal, eficiencia regulatoria para dar más o menos libertad comercial, laboral y monetaria; y el estado de derecho en aspectos como los derechos de propiedad, la integridad del gobierno y eficacia judicial. También tiene en cuenta los mercados abiertos, para conocer los parámetros de libertad de comercio internacional, de inversión y libertad financiera. Bien se puede rescatar que el país está por encima de los promedios regionales y mundiales, ocupando el puesto 12 entre los 32 países de la región.
La histórica recuperación económica en el año pasado, de 10,6% en el crecimiento del PIB, hizo que no se cediera más, pero la tasa promedio en los últimos cinco años de 0,5%, no fue un elemento que ayudó. A nivel mundial las economías con mayores libertades económicas son Singapur (84,4), Suiza (84,2), Irlanda (82), Nueva Zelanda (80,6) y Luxemburgo (80,6). Y las líderes en la región son Chile, con 74,4 puntos, y Uruguay, con 70,0, siendo los únicos que están en la categoría “mayormente libres”. Hay una categoría tristemente célebre, las “reprimidas” en la que están Bolivia, Cuba y Venezuela en la parte inferior del ranking, que cierra Corea del Norte, con una calificación de apenas 3,0 puntos sobre 100. La gran moraleja económica de este tipo de listados es que el país puede convertirse un paria si no se cuidan las estructuras institucionales que han desarrollado el modelo económico, con algunas dificultades, pero se ha ido en un plano ascendente de progreso y de disminución de la pobreza.
A los candidatos que buscan suceder al presidente, Iván Duque, se les debe empezar a exigir en compromisos institucionales que preserven el modelo de libertad económica y que estimulen el libre mercado. La idea de nacionalizar, expropiar y suprimir libertades para hacer y tener emprendimientos son argumentos para que la economía colombiana no solo no recupere el grado de inversión, no que acompañe en la categoría a un vecino como Venezuela.
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