En términos económicos, hay muchas maneras de medir la pobreza, los dos indicadores más usados por la academia son la pobreza monetaria y la multidimensional. La primera es “el valor en dinero que necesita una persona al mes para adquirir una canasta básica de alimentos, servicios y otros bienes mínimos para vivir. Si una persona tiene un ingreso menor a ese valor se considera en situación de pobreza monetaria”. La segunda es la pobreza multidimensional, definida como “la ausencia de oportunidades o de acceso a unos mínimos de capacidades necesarias para el desarrollo de cada persona”. Ambos termómetros son muy usados y difieren de un país a otro, con base en la calidad de los estudios, el más popular es el Índice de Pobreza Multidimensional, que refleja “las múltiples carencias que enfrentan las personas pobres al mismo tiempo en áreas como educación, salud, entre otros aspectos de necesidades básicas insatisfechas”. En cuanto a la pobreza monetaria en Colombia, según el Dane, está en 36,6%, ese porcentaje de la población vive con menos de $200.000, mientras que en términos multidimensionales, es de 12,1%. Ahora bien, en términos de Sisben, el sistema que monitorea las carencias en el país, hay una “pobreza extrema” (población con menor capacidad de generación de ingresos); otra “pobreza moderada”; una “población vulnerable” (es decir en riesgo de caer en pobreza) y una población “ni pobre, ni vulnerable”. Para ver el problema desde una óptica cuantitativa, las cifras difieren, pues hay personas o familias que logran conseguir $200.000 al mes para pagar las cuentas, pero al mismo tiempo no tienen acceso a educación, salud, transporte ni tienen un techo. Esos $200.000 hacen referencia a una pobreza extrema y cobija a unos 7 millones de colombianos; al tiempo que el “estado de pobreza monetaria” puede subir hasta los 18 millones de colombianos, que es la población que experimenta condición de pobreza monetaria, medida con una “línea de pobreza monetaria” de $400.000. Y si el problema se mira desde la pobreza multidimensional, se tiene que más de 13 millones viven sin condiciones básicas. Todos esos indicadores coinciden en que la tendencia de la pobreza en Colombia ha mejorado, hace casi tres lustros, en 2010, la pobreza multidimensional era de 30% y ahora es 12%, al tiempo que la pobreza monetaria cobijaba casi a 21 millones de personas frente a los 17 de ahora, el punto es que los datos se usan de acuerdo con los objetivos de los análisis y para el diseño de políticas de sostenibilidad y programas públicos; es una realidad que el Gobierno Nacional maneja el tema de la pobreza dentro de sus discursos permanentes, pero no hay soluciones estructurales durante este periodo. La igualdad es importante en términos de oportunidades y acceso a la solución de las necesidades básicas, objetivo que no se ha alcanzado en el nuevo Ministerio de la Igualdad, que no ha ejecutado sus presupuestos públicos. Los indicadores multidimensionales y monetarios en dicha cartera no están en su agenda permanente, de tal manera que los avances en la disminución de la pobreza no tienen un doliente claro, en cuanto a los demás institutos, como el Departamento de Prosperidad Social, carecen de indicadores en este sentido. Bajar la pobreza, siempre, será el objetivo.