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La mejor definición de ahorro es que es la poca diferencia entre el ingreso disponible y el consumo efectuado por las personas y las empresas
Hace pocos meses se publicó una noticia curiosa en algunos periódicos de Estados Unidos que contaba cómo Warren Buffet, el “oráculo de Omaha” y uno de los hombres más ricos del mundo, había adquirido un apartamento a crédito. El hecho sorprendía en términos de interpretación económica, pero se convertía en toda una lección de vida, que con el paso de los días se fue convirtiendo en una tendencia sobre la toma de decisiones personales en lo que concierne a las finanzas o el manejo del dinero. La primera enseñanza del hecho es que endeudarse o tener créditos no es una situación dañina, es incluso uno de los principios del éxito económico a cualquier nivel empresarial o personal. Eso sin descuidar el mismo consejo de Buffet que reza “ojo con el excesivo endeudamiento (...) muchas personas se han vuelto ricas con dinero prestado, pero el excesivo endeudamiento también ha sido el camino para que varios queden en la ruina”. Por eso combinar o poner en práctica la inversión que se desprende del ahorro es una fórmula pocas veces puesta en duda. Dice la teoría económica que el ahorro es esa parte de la renta o del ingreso de las personas o las empresas que no se dedica al consumo y que puede irse a inversiones para garantizar su máximo crecimiento. El ahorro es una tema transversal para todas las generaciones identificadas en grupos antropo-sociológicos, como son los Baby Boomers (1946-1966); la Generación X (1966-1986); los Millenials (1986-1999) y los novísimos Generación Z (2000 hasta nuestros días). De cómo entienden el ahorro y la inversión depende el futuro de cada una de estas generaciones que aún siguen muy vigentes. Los Boomers deben tener claro que ahorro era cuestión de compra de bienes y servicios que les garantizarán el éxito familiar; para los “Equis” el ahorro ligado a la inversión es parte integral de la jubilación según los sistemas de pensiones en cada país, mientras que para los Millenials -aún jóvenes que entran al mercado laboral- el ahorro es cuestión de gasto a corto plazo, pero en los tres grupos es una constante que seguramente garantiza su desarrollo personal en determinadas etapas. De acuerdo con la idea generacional de ahorro se logran muchas cosas, todo sin perder de vista que la mejor definición de ahorro es la diferencia entre el ingreso disponible y los gastos efectuados. Los Boomers son más ahorradores; los Equis tratan de planear su futuro con base en las inversiones, mientras que los Millenials usan la diferencia entre los ingresos y los gastos para diversión y entretenimiento. Es cuestión de prioridades que no se pueden juzgar, pero si se justifican con la edad y los obligaciones que tiene cada individuo. En el mundo corporativo también hay empresas Millenials, Boomers o Equis, pero casi todas -al igual que con las personas- el concepto de ahorro es el principal motivo de diferenciación y determinantes de sus decisiones.
Para desvanecer el reino de la incertidumbre se necesitan acciones concretas, con foco y objetivos precisos, 2025 debe ser un tiempo de hacer, ejecutar, quejarse menos y garantizar resultados