El buen recaudo debe espantar más tributarias

Mientras la Dian levanta campanas al vuelo anunciando que el recaudo tributario alcanzó un máximo histórico de $278,9 billones en 2023, el Comité Autónomo de la Regla Fiscal, Carf alerta por el incumplimiento en la meta de recaudo bruto de impuestos durante el mismo periodo, dos mensajes contradictorios, pero en buen camino, pues el país está pagando impuestos, se está aumentado el recaudo, a la espera de que el dinero público se ejecute y se empiecen a ver obras reales, más allá del pago de nóminas estatales, pensiones y servicio de la deuda.

En pocas palabras, el dinero tributado debe notarse más en mejores condiciones de vida. Los datos de recaudo del año pasado representaron un repunte de 22% frente a 2022, cuando el pago de impuestos sumó $228,3 billones, una cifra impresionante, máxime cuando se da en medio de un escenario de desaceleración y no se le puede quitar mérito a la reforma tributaria inicial del Gobierno Nacional.

El repunte en impuesto más alto es el de renta, lo que ha golpeado a los colombianos con trabajos formales, los mismos que siempre tributan. El recaudo de renta y complementarios sumó $147,1 billones; lo que representó un crecimiento de 42,68% frente al dato de 2022, y el IVA pasó de $55,4 billones a $66,2 billones entre 2022 y 2023. En términos de recaudo bruto, la Dian dijo que creció 2,2% como porcentaje del Producto Interno Bruto entre 2022 y 2023, al pasar de 14,4% a 16,6%.

Este comportamiento corresponde a 0,7% como resultado del paro nacional, por la Reforma Tributaria de 2021; otro 1% por la Reforma Tributaria de 2022 y 0,5% restante, por una mayor eficiencia en la administración tributaria; lo que sería el mayor comportamiento interanual en los últimos años; previo a la pandemia, este valor oscilaba entre 13% y 14%. Datos que no convencen al Comité Autónomo de la Regla Fiscal, que alerta que la Dian se quedó corta en sus cifras, pues representan 96,2% de la meta de recaudo bruto de $290,1 billones. Mientras la Dian festeja, el Carf pone el dedo en la llaga y abre las puertas a más ajustes tributarios.

Dicen que la cifra de recaudo en 2023 resultó $11,2 billones por debajo de la meta actual, el recaudo de renta y complementarios alcanzó $147,1 billones; según otros cálculos del Carf, la meta de recaudo de renta se cumplió en 96,3% y el IVA en 96,7%.

Dicho de otra manera, se quedaron cortos. Los tributaristas en oposición al Gobierno Nacional plantean que el presupuesto de 2024 está desfinanciado en $11 billones, pues no se recaudaron más de $15 billones del “arbitraje”, y que no existen, y otros $6 billones de normas declaradas inconstitucionales en la reforma tributaria, es decir, le pavimentan el camino a otra reforma tributaria.

En una cuasi-recesión con crecimientos tan bajos de la economía no es factible que la administración central esté pensando en otra reforma tributaria más sofista, diciendo que buscará bajar impuestos para subir otros. Es una buena noticia que se hayan recaudado unos $280 billones, con un presupuesto nacional de unos $510 billones, y que la tributación colombiana ya empiece a parecerse a las mejores de la región, aún por debajo del promedio de la Ocde, pero generar crisis con un recaudo de 100% o de 96% no es lo que se desea ahora, máxime cuando hay un Gobierno Nacional de muy baja ejecución y de cero obras para mostrar.