El Gobierno y el Distrito tienen en sus manos construir un gran aeropuerto y hacer de la calle 13 la vía más importante
Aunque todavía hay que evaluar en detalle la idea del Gobierno de convertir la zona del Aeropuerto Eldorado en una especie de gran ciudadela que gire alrededor del terminal aéreo, la propuesta resulta muy interesante al proyectarse la Capital como centro de conexiones aéreas de América Latina y el Caribe. Y en ese orden, el proyecto merece todo el apoyo. Una iniciativa de esta envergadura tiene muchas aristas que deben mirarse con cuidado, la primera de las cuales es la “conexión” real de la ciudad con su aeropuerto, lo cual no es otra cosa que la movilidad en doble sentido, uno de los temas que más ha sido objeto de debate sin que todavía se haya dado la ampliación que se adelanta en la actualidad y menos la del futuro, que implica el traslado de las operaciones de seguridad hacia Madrid en Cundinamarca.
El debate se ha centrado en la construcción del tramo del sistema Transmilenio que no fue programado, y que permitiría a los usuarios llegar directamente al aeropuerto sin necesidad de hacer transbordo. Nadie sabe a ciencia cierta qué ha pasado y el estado de las obras, que casi con seguridad están estancadas por desacuerdo entre la administración de la ciudad y el contratista. Esto pese al reclamo del mismo presidente Santos en el sentido de que resulta increíble que no se hubiera planeado y ejecutado dentro del proyecto de Transmilenio de la Avenida Eldorado.
La construcción del gran proyecto planteado por el Gobierno requiere mucho más que el actual sistema de transporte desde el centro de la ciudad hasta el terminal aéreo, pues no solo implicaría el cubrimiento de las necesidades de los viajeros que entran y salen, sino de una demanda adicional; quizá más grande que la estimada hoy, pues la zona va a convertirse en un polo de desarrollo autónomo, una especie de “ciudad dentro de la ciudad”, como lo soñó en los años 50 del siglo pasado el profesor Lauchlin Currie.
Sin entrar en mayores profundidades técnicas, el gran proyecto planteado requiere pensar en una salida vial hacia el occidente de la ciudad, que lo conecte con la Calle 13, que constituye la única opción viable que comunica a la ciudad con el resto del país por la zona del aeropuerto. Pero además, dada la mayor demanda de servicios y carga que se generará, es importante pensar en un plan de desarrollo integral que incluya además de las salidas viales, una revisión de todo el sistema de servicios públicos, vocación económica de la zona e infraestructura física.
Esto no se puede hacer después de haber hecho el gran aeropuerto, costumbre muy propia de la ciudad de caer en cuenta tarde de las cosas, pues el costo sería demasiado alto. Se necesita plantearlo y planearlo en el menor tiempo posible, en una acción coordinada entre los gobiernos nacional y distrital.
