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EDITORIAL

El sector privado es la clave para salir de la crisis

miércoles, 29 de julio de 2020

Volver a producir, generar empleos, pagar impuestos y hasta negociar vacunas son tareas que sólo el sector empresarial puede hacer porque es el que mira a largo plazo

Editorial

En un documento titulado “El papel del sector privado en tiempos de pandemia”, elaborado por el Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica, se detalla una hoja de ruta que aporta ideas para recuperar la dinámica económica de la región. El texto cae como anillo al dedo en un momento en que la incertidumbre cabalga sobre los gobiernos y las empresas, al tiempo que detalla el papel de los empresarios en la solución del problema. Y es que en noción del tiempo, una cosa piensan los gobiernos y otra muy distinta los empresarios. Para los presidentes, ministros, alcaldes y gobernadores, su gestión tiene fecha de caducidad o los rigen las elecciones democráticas, mientras que para los socios de una empresa, las juntas directivas, la alta gerencia, presidentes y gerentes, los días, meses y años están regidos por planes bien detallados en el largo plazo con sus resultados medibles, cuantificables y cualificables.

Para salir de esta crisis, el concurso del sector privado es determinante, no solo porque tienen más tiempo en sus proyectos, sino porque están más preparados para generar empleos, poner a producir sus industrias, pagar impuestos y hasta negociar en bien del país cosas tan extraordinarias como la adquisición de las anheladas vacunas. Esa sentencia no le quita papel al Gobierno Nacional que debe articular el ambiente para que las cosas se den, tales como garantizar la seguridad jurídica, claridad en las reglas de juego, proteger la institucionalidad y fortalecer una seguridad que brinde confianza. En estos puntos es en donde se encuentran los sectores público y privado, no solo en estos tiempos de pandemia, sino durante todos los emprendimientos que procuren el bienestar general.

El primer punto de conciencia para avanzar en el rol privado en esta coyuntura es reconocer que la crisis será profunda y dejará muchas cicatrices; el sector privado jugará un papel clave en la reconstrucción. Ha sido líder, solidario, se ha adaptado y ayudado a los gobiernos reconvirtiendo sus aparatos productivos y servicios para apoyar las medidas para combatir la pandemia. “También ha recortado dividendos para invertir en la empresa. Manteniendo sus servicios, permitiendo que los servicios esenciales no fallaran en el confinamiento. Apoyando a proveedores, emprendedores y a pequeñas empresas. Y aportando ideas y soluciones desde las plataformas empresariales”.

Se abre paso un nuevo pacto social, donde trabajen de manera conjunta el sector privado, el resto de la sociedad civil y los gobiernos. Los costos de esta crisis deben compartirse y no recaer excesivamente en ningún sector. Durante este período, lo más importante son las personas, por tanto, las empresas deben apoyar a sus trabajadores en esta coyuntura, puesto que el capital humano es un activo clave y una forma de enfrentar el indiscutible aumento de la pobreza y alta informalidad laboral. Una idea bien importante para desarrollar del documento en mención es que América Latina debe buscar financiamiento y ayudas internacionales para “mantener a flote a las Mipyme y familias, claves en la lucha contra la pobreza (...) las medidas de apoyo al sector empresarial deben considerar la dimensión sectorial y tener un enfoque microeconómico, puesto que no todos los sectores han sido impactados por igual”. Desde ya es un asunto clave hablar de una suerte de ‘Plan Marshall’ para la reconstrucción de la región, que tardará varios años.

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