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La cifra de crecimiento económico de abril, mayo y junio, el segundo trimestre, va a ser muy mala, pero se espera que todo repunte entre julio y septiembre y cierre bien 2023
Las estimaciones del crecimiento del PIB para el segundo trimestre de 2023 son malas. Muy pocos expertos le apuestan a que sea más de 0,3%, incluso hay quienes dan cifras negativas. Los factores son los siguientes: el impacto de las elevadas tasas de interés sobre la demanda privada, el bajo gasto privado, el mínimo consumo de los hogares y la pírrica inversión.
Claramente, la economía colombiana atraviesa por una tenue desaceleración. Durante el primer trimestre del año, la economía creció 3%. El Indicador de Seguimiento a la Economía (ISE) cayó 0,78% en abril, ese fue el primer decrecimiento del indicador en los últimos dos años, pues la última variación negativa se registró en febrero de 2021.
En mayo, el ISE tuvo una leve mejora y creció 0,65% anual, todo porque los incrementos en las tasas de interés se transmitieron a la economía lentamente, situación que se corregirá en el tercer trimestre, pues las tasas han frenado su alza y están estables, obviamente, el sistema financiero aún no traslada esta nueva realidad.
Hay otras señales de debilitamiento en términos de consumo, como son los malos números de evolución del comercio minorista, las importaciones y la producción manufacturera, que muestran que la demanda por bienes van por mal camino.
En lo que tiene que ver con las actividades financieras y de seguros, éstas habrían retrocedido desde los resultados del primer trimestre, por las altas tasas de interés, los vencimientos de la cartera y en general por la pobre dinámica, crispada por una alta incertidumbre política.
En términos de sectores, los expertos creen que la construcción mantendrá la tendencia adversa reciente, muy a pesar de que la ejecución de obras públicas locales y regionales puede repuntar y hacer que las cifras en el subsector de obras civiles sean más favorables cuando se presenten los datos de abril a junio. En general, no hay muy buenas razones para creer que la cifra del segundo trimestre sea mejor de lo esperado.
La producción de la industria manufacturera ha mostrado una tendencia a la baja y cayó 3,4% en mayo, según el último informe del Dane, mientras que las ventas del sector se contrajeron 2,2% y el personal ocupado disminuyó 0,1%. Si bien la inflación viene desacelerándose, en julio cayó menos de lo que esperaba el mercado, pues cerró en 11,78% cuando se estimaba 11,56% en promedio.
En el primer semestre, las exportaciones sumaron US$24.553,4 millones FOB y registraron una disminución de 13,6%, frente al mismo periodo de 2022. Fenalco reportó que se completaron siete meses de caídas en las ventas del comercio. Para 33% de los empresarios consultados hubo descenso en sus volúmenes de ventas frente a las obtenidas un año atrás. Entre las problemáticas asociadas al decrecimiento del sector están la baja demanda, la disminución del poder adquisitivo, la inseguridad y los costos de productos bancarios.
En el primer semestre se comercializaron 64.266 unidades de vivienda nueva, con una caída de 53,3% frente a las 137.531 que se vendieron en el mismo periodo de 2022, la mayor contracción estuvo en el segmento de Interés Social -56,5%. En los primeros seis meses del año hubo una caída de 26,8% en los vehículos registrados, para un total de 90.635. Los gremios ahora proyectan que para el cierre de año se matriculen 24% menos que en 2022. En el gasto público podría estar la solución, pero los ministerios no están ejecutando el presupuesto.
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