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¿Cómo está el déficit habitacional en Colombia?
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En Gran Bretaña se está dando un debate sobre el gran desengaño de la sociedad por no tener acceso a vivienda, un drama que en Colombia pasa en silencio y que puede capitalizarse
Tener techo es una de las metas más loables del ser humano, más cuando la familia crece, incluso es una de las necesidades básicas insatisfechas más duras de solucionar en un país en desarrollo que no logra hilar las políticas públicas en este gran objetivo humano.
El sector de la vivienda y la construcción retrocedió 4,2% en 2023, según datos del Dane, como consecuencia de las altas tasas de interés, base para el financiamiento y por las modificaciones en los programas de subsidio del Estado.
No siempre había sido así, durante el último lustro el déficit habitacional retrocedió 2,5 puntos bajando de 33% en 2018 a 31% en 2022, gracias a elocuentes políticas de subsidios aplicadas por los gobiernos anteriores al de Gustavo Petro.
Es más: solo este Gobierno Nacional no ha lanzado su gran plan de vivienda, tal como lo hicieron en sus primeros meses los antecesores, solo para mencionar el sistema Upac de Misael Pastrana, las casas sin cuota inicial de Belisario Betancur o las casas gratis de Juan Manuel Santos, para traer a colación algunas de las estrategias que buscan satisfacer la necesidad de tener casa. En la actualidad, el déficit habitacional es de 30,4% que equivale a 5,28 millones de hogares que carecen de vivienda propia.
De estos hogares, cerca de 1,3 millones requieren la construcción de casas nuevas para resolver sus privaciones. Entre 2018 y 2021, el déficit también se redujo en 1,8 puntos porcentuales, según los datos del propio Ministerio de Vivienda, pero la política pública en este momento está frenada, no existe, no se está atendiendo la formación de nuevos hogares urbanos que cada año aumenta, pues la demografía dicta que rápidamente el país pasa de una sociedad joven sin casa hacia una más madura o envejecida en donde la necesidad de una casa aumenta.
En 10 años se prevé que poco menos de medio millón de nuevas familias aparecerán en las grandes ciudades, pese a los datos no hay planes a largo plazo, como si deliberadamente no se atendiera la construcción de vivienda para seguir atesorando jóvenes inconformes.
Para acabar con el déficit cuantitativo, en los próximos 10 años se necesitará construir cerca de 520.000 viviendas por año, y no se ha comenzado aún. Hay una situación qué observar para aplicar y sacar ideas: en Gran Bretaña, escribe Financial Times, el mercado de la vivienda experimenta momentos de crisis después de tocar máximos históricos en la primera mitad del año pasado.
El aumento de la inflación y la decisión del Banco de Inglaterra de subir los tipos de interés ha frenado las transacciones de viviendas, en otras palabras, es cada vez más difícil acceder a una casa, lo que ha desengañado a los jóvenes; dicho de otra manera, “el modelo residencial está roto y se necesitan más casas”, que de no atenderse frustraría los sueños familiares frente al modelo económico, pues un Estado que no es capaz de satisfacer esta necesidad, no perdura.
Conscientes de ello, el primer ministro, Rishi Sunak, y su secretario de Vivienda, Michael Gove, lanzaron un paquete de medidas destinadas a facilitar que los constructores obtengan permisos para construir en terrenos abandonados en los 20 pueblos y ciudades más grandes de Inglaterra. Son conscientes de que si no hay un sector constructor dinámico que atienda la demanda, el país puede entrar en una espiral de grandes protestas. ¿No será que en Colombia puede ocurrir lo mismo?
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