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La inflación es uno de los factores que más distorsiona a la economía puesto que tiene una relación directa con el costo del dinero.
Hay una amplia discusión teórica entre académicos y expertos acerca de la conveniencia de que el Banco de la República aumente las tasas de interés, en lo cual puede haber consenso, pero surge un nuevo escenario de debate y es el que tiene que ver con la oportunidad y momento para hacerlo y eso ocurre no solo en nuestro país, sino incluso es mucho más agudo en otras partes como en Estados Unidos, responsabilidad de la Reserva Federal. En septiembre pasado, el Emisor decidió aumentar las tasas de interés de referencia en 25 puntos, y dejó su nivel en 4,75%, medida que se adoptó por primera vez en más de un año, con el objetivo principal de procurar meter la inflación en cintura, cuyo nivel está por encima de 5%, bastante lejos de las proyecciones promedio de 3% para todo el año. Se estima que el costo de vida ronde 6% en 2015.
Sin duda que la inflación es uno de los factores que más distorsiona el funcionamiento de la economía, pues no solo produce una erosión del ingreso de los trabajadores y los costos de las empresas, sino que tiene una relación directa con el costo del dinero. Es una prioridad de la autoridad monetaria, establecida constitucionalmente con una junta independiente del ejecutivo.
La tasa de interés es el instrumento de política económica que por excelencia se utiliza para frenar las presiones de demanda y es utilizado para atajar el mayor consumo, aunque es claro que no es el único con que se cuenta, pues su uso puede generar otro tipo de inconvenientes en especial impactar a la actividad económica y por esa vía golpear la generación de empleo. Por eso, es importante analizar bien el entorno y la coyuntura, antes de tomar una decisión que para asimilarlo al refranero popular no resulte peor el remedio que la enfermedad.
No es un secreto que la economía nacional, como la de otros países, enfrenta un período de declive como consecuencia de factores exógenos como la caída de los precios internacionales de las materias primas y la fuerte desaceleración de la economía china, por lo que un nuevo aumento de la tasa de interés podría golpear aún más el desempeño del sector productivo interno, así desde el punto de vista conceptualy teórico resulte válido como lo plantea la encuesta mensual de Fedesarrollo y la Bolsa de Valores de Colombia y que podría ser objeto de evaluación este viernes en la junta del Banco.
Sin embargo, cualquier decisión debe incluir un análisis completo, comenzando por reconocer que la mayor inflación que se vive hoy tiene unos factores distintos a la demanda agregada, pues responde en muy buena parte a elementos de costos como la mayor devaluación de la moneda que afecta los precios de productos e insumos importados y una reducción de la oferta de alimentos como consecuencia del Fenómeno del Niño, que estará presente hasta bien entrado el primer semestre de 2016.
Para desvanecer el reino de la incertidumbre se necesitan acciones concretas, con foco y objetivos precisos, 2025 debe ser un tiempo de hacer, ejecutar, quejarse menos y garantizar resultados