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Terminó la fase virtual del censo, comienza el conteo real, tareas que son un asunto crucial para diseñar mejores políticas públicas
Colombia está a un paso de entrar al club de los países de mejores prácticas económicas, al que se conoce como la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (Ocde); si todo sale como está planeado, nuestro país sería en septiembre próximo, la economía número 36 en el selecto grupo que comparte políticas que han sido exitosas en las naciones de mejores desempeños en salud, educación, infraestructura, entretenimiento, y sobre todo, en el manejo de las administraciones centrales. Es una suerte de benchmarking en donde los Gobiernos intercambian las recetas de los buenos resultados para andar más rápido en el camino de pasar de una economía emergente a una desarrollada. Dicho sea de paso, muy pocos países en el mundo se han convertido en desarrollados en este continente; los que van más adelantados -fruto de pertenecer a la Ocde- son México y Chile, que han puesto en práctica muchas de las cosas aprendidas en Estados más desarrollados y de comparaciones en sectores neurálgicos para el desarrollo estructural como son las pruebas Pisa en la educación. A Colombia solo le falta ser aprobado en un comité de trabajo y el ingreso será un hecho.
Pero para enfocar mejor las políticas públicas que generen desarrollo y bienestar sostenible, deben tenerse datos confiables de la población; justamente para poder focalizar recursos escasos en términos económicos. El país necesita saber datos cuantitativos y cualitativos para aplicar soluciones a los problemas crónicos que generan la pobreza y obviamente disparan la desigualdad. Y el censo de la población es uno de ellos, pues la Colombia de hoy no se parece en nada a la de comienzos del siglo XXI cuando el país estaba azotado por un conflicto interno creciente que en casi seis décadas ha dejado más de 300.000 víctimas. El censo de población es el comienzo de todo, no sólo para saber cuántos somos, dónde vivimos, cómo vivimos, a qué nos dedicamos, sino para conocer más en detalle la calidad de vida que hoy tenemos; si hemos crecido o hemos involucionado. Pero sobre todo para saber bien las necesidades y focalizar los recursos.
A partir del próximo miércoles 18 de abril se iniciará el censo real con el ciclo de visitas vivienda a vivienda en las 20 áreas no municipalizadas y los 1.101 municipios de los 32 departamentos. La operación estará a cargo de un equipo de más de 31.000 personas a lo largo y ancho de Colombia. Esta etapa arranca luego de finalizar el eCenso a través de la página web que destinó el Dane para ese fin, la entidad reportó que 5,04 millones de personas se censaron electrónicamente. Vale la pena decir que el eCenso es la nueva manera de contar las personas en el mundo y que nuestro país es vanguardista en el ejercicio estadístico. Los resultados del Censo Nacional y de Vivienda se conocerán en agosto de este año, cuando la presente administración entregue el gobierno y una de las herramientas más importante para focalizar los recursos y afinar las políticas públicas de cada a 2020.
Es un imperativo que nuestros gobernantes nacionales, regionales y locales, conozcan de primera mano con datos científicos, todo sobre la población que gobiernan; hasta ahora se vienen tomando decisiones con datos muy desactualizados que no representan el nuevo país, que dicho sea de paso es más urbano que rural.
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