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Una vez develada la cifra del crecimiento de la economía colombiana durante 2023, hay que fijar verdaderos pilares para regresar a los buenos tiempos de producción y competitividad
Un crecimiento de la economía durante 2023 por encima de 1% sería una victoria pírrica, por no decir mediocre, en una economía que supera los US$300.000 millones de PIB. Lo más seguro es que esto ocurra y se vea dicho 1% como un gran logro; empezarán a compararlo con el promedio de crecimiento de los países de la Ocde y de la región, pretendiendo mostrar que vamos bien.
Lo cierto, no es otra cosa, que la economía colombiana la sacó barata, ante una recesión inminente al final del año pasado y que el último trimestre, en particular diciembre, funcionaron como siempre: ¡las fiestas de fin de año salvaron la Patria! Sí hubo una profunda desaceleración económica durante el grueso de 2023, como consecuencia de las externalidades, la alta inflación y las exageradas tasas de interés que tuvieron que soportar las empresas y las familias.
A la luz de lo que dice la encuesta de expectativas sobre el crecimiento del PIB, que hace Citi, se espera 1,05% en promedio. Los más optimistas son Bbva, Citi y Casa de Bolsa, que ven un crecimiento de 1,20%. En la otra orilla, en el pesimismo, están Alianza, Asobancaria, Banco Santander y Grupo Bancolombia que ven un PIB repuntando en 0,90%.
En el primer trimestre del año en mención hubo un crecimiento de 3%, en los dos siguientes trimestres se experimentó una caída que encendió las luces de la desaceleración; en el segundo trimestre hubo una caída hasta 0,40% en el PIB, y el tercer dato del año fue peor, de -0,30%, dejando la sensación hasta finalizado el septiembre pasado, que todo podía ser peor y que solo un milagro decembrino mejoraría las cuentas.
El Indicador de Seguimiento de la Economía de octubre fue de 119,84 puntos, lo que representó 0,97%; el dato de noviembre 125,97 puntos, lo que representó 2,25% y en diciembre se espera que mantenga la tendencia al alza, máxime cuando los comerciantes reportaron una leve recuperación en las ventas. Hay evidencia de que diciembre, por lo menos en cuanto a industria, fue un mejor mes. El Índice de Gestión de Compras del sector industrial colombiano, de Davivienda, estuvo por encima de 5%, lo que significa aceleración en ese mes en esta actividad económica.
Así las cosas, entre enero y noviembre del año pasado la economía creció más o menos 1,01%, de acuerdo con los datos adelantados por el ISE, con lo que el país habría superado la recesión y acelerado un poco más; obviamente, son los datos más bajos en los últimos años, sin contar la pandemia (-7,3%), solo comparándose con 1,4% de 2017.
Las proyecciones de los analistas para el PIB de 2024 llegan a 1,8%, unos pocos puntos por encima de este esperado 1%. Es la hora de la verdad del crecimiento económico con unas condiciones mucho mejores que en las de los meses anteriores, no solo se conocerá el ritmo que trae la economía, a caballo entre dos años, sino que aterriza en un contexto menos inflacionario, pues el IPC ya está en terreno de un dígito y en consonancia la Junta Directiva del Banco de la República ha decidido empezar a bajar las tasas y la tasa de cambio ha estado estable en menos de $4.000 desde hace varios meses. El gran problema es que las expectativas de crecimiento se paren con la agenda económica del Gobierno Nacional en el Congreso, a lo que se suma ahora el enredo de las grandes obras varadas por la no definición del Presupuesto General de la Nación.
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