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Nada más chocante que la calificación sobre una gestión, pero nada más útil si existe la tolerancia a la crítica de la fuerza empresarial
Como es habitual cada seis meses, les pedimos a varios centenares de líderes de la formación económica que califiquen la gestión del Presidente de la República y de los servidores directos, tales como ministros, superintendentes y directores de agencias del Estado. La metodología es simple: se selecciona una amplia muestra de presidentes, gerentes, directores de empresas, rectores de universidades y líderes gremiales; luego se les hace una pregunta concreta: ¿cómo califica la gestión de los siguientes funcionarios? Y a continuación se les lee un listado de una veintena de nombres que se van rotando durante cada entrevista para evitar los sesgos valorativos en los primeros o últimos nombres que se mencionan.
El trabajo de campo fue realizado durante las últimas cuatro semanas por 30 periodistas en las cinco principales ciudades del país, quienes buscan la calificación de empresarios de todos los sectores económicos, de tal manera que el conocimiento de los ministros, superintendentes y directores sea amplio. Es un trabajo chocante desde el punto de vista de las personas más importantes del Gobierno Nacional, pero es muy necesario tras el objetivo de conectar mejor con la opinión de empresarios, banqueros y en general con la asertividad de la confección de las políticas públicas de cada cartera, pues a nadie le gusta que lo califiquen y menos si esa percepción subjetiva de cada empresario es mala. A muchos empresarios y líderes también les cuesta calificar (para evitar problemas con el Gobierno de turno -dicen-) por eso nos reservamos sus notas individuales, pero no sus nombres para dar fe de a quiénes se consultó. Es la única encuesta que entrega el nombre de las personas encuestadas. El resultado de esta “XVII Encuesta Empresarial sobre la Gestión del Gobierno Nacional” deja muchas interpretaciones y mucha prospectiva por hacer para el cierre de esta administración. La primera piedra de toque del trabajo es que es la penúltima encuesta del Gobierno actual, a la que le quedan solo 12 meses para entregar sus realizaciones, que a su vez deberá construir sobre lo avanzado y llevar al país económico a otro estado de desarrollo. En ese orden de ideas, la clase dirigente encuestada es benigna con la calificación que le da al Presidente Santos, pues la economía no va como todos quisieran; bondad con el primer mandatario que se revierte contra sus ministros y sus más altos funcionarios. Es elocuente el titular del módulo de primera página que reza: “Empresarios pasan a Santos y rajan sus ministros”; solo el Vicepresidente y Minsalud pasan raspando a un tres de uno a cinco donde cinco es excelente y uno muy malo. Entre los directores y superintendentes que están bajo la sombra de los ministros se destacan los de siempre: Dian y Supersociedades y Superindustria, pero la mayoría son desconocidos y su gestión no genera ninguna calificación. Queda el reto de los nuevos funcionarios a quienes poco se les conoce y poco relevancia tienen en el mundo de la dirigencia nacional.
Queda en el imaginario empresarial que muchos llegan a los ministerios sin conocimiento a trabajar por sectores particulares, regiones predeterminadas, y lo peor, para directorios políticos. Ojalá esos funcionarios todos con notas muy mediocres traten de aportar -no un grano de arena- con su buena gestión bajo el imperativo de parar el crecimiento de la economía y mejorar el ingreso de las familias.
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