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EDITORIAL

Lo que no se mide no progresa

miércoles, 14 de mayo de 2014
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Los indicadores de calidad son fundamentales para mejorar la calidad de la educación en Colombia, solo así progresamos.

Nueve millones de escolares de colegios públicos hoy tendrán un nuevo día de ‘vacaciones obligadas’, lo que sumado al Día del Maestro que se celebra el viernes, seguramente forzará una semana bastante relajada en términos académicos, a pocos días del final de un año escolar en algunos casos, y ad portas de las vacaciones de medio año para otros. Son unos 250.000 profesores sindicalizados que reivindican algunas cosas justas, pero muchas improcedentes e inoportunas, que bien aprovechan los políticos de siempre para sembrar inconformismo y afectar la intención de voto para las presidenciales del último domingo de mayo.

Pero el tema central de protestas de los maestros tiene que ver con los mecanismos de evaluación, los indicadores de gestión y demás termómetros que se han venido implementando en los colegios públicos para que la educación mejore y no se siga en los últimos puestos de los países de la Ocde. Aunque los listados y ranking internacionales son secundarios, la educación que reciben millones de jóvenes es muy deficiente. Los representantes de los maestros protestan por supuestos incumplimientos por parte del Ministerio de Educación, en lo que tiene que ver con tres puntos de negociación: salarios, acceso a la salud y suspensión de la evaluación de competencias. En pocas palabras, que se les remunere mejor, pero que no se evalúen. Una posición intransigente, pues las pruebas buscan que la calidad de la educación sea cada vez más elevada, por lo cual, en ese punto no debería ceder el Gobierno.

Claro está que un profesor mejor remunerado no garantiza que la educación mejore, máxime si no hay mecanismo para medir sus desempeños pedagógicos. Los maestros tienen un escalafón que ha funcionado desde hace varias décadas como un esquema de mejoramiento salarial y sobre eso se debe trabajar. Y como siempre sucede en Colombia, los más perjudicados son los estudiantes de cientos de municipios apartados de las capitales, a donde solo llegan los profesores más decientes, quienes ni siquiera viven en los municipios en donde trabajan. La educación en Colombia necesita de un verdadero revolcón, pero todos los actores deben poner de su parte, y los profesores son los actores principales en materia de mejoramiento.

¿Qué le puede explicar un profesor que no se deja evaluar a un alumno que pierde una asignatura? Recordemos que lo que no se mide no progresa y que la medición de todos nuestros avances nos sirven para crecer. Seguramente, hay que mejorar salarios y darles a los maestros herramientas modernas de enseñanza y progreso profesional, toda una fórmula que suena funcional, pero deben poner de su parte y crecer al ritmo de sus alumnos.

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