El contrabando en Friogán y los gastos de Fedegán dejan sin abrigo gubernamental a los ganaderos que merecen apoyo
El sector ganadero es uno de los renglones económicos más importantes, no solo por su producción de leche y carne, sino porque más de medio millón de familias derivan su sustento de estas actividades, es un importante generador de empleo rural, formal e informal y le aporta al PIB casi dos puntos. No en vano el Fondo Nacional del Ganado recauda cada año para sus arcas parafiscales una cifra que supera los $600.000 millones que se nutre del cobro por cada res sacrificada y cada litro de leche vendido. Y ahora que los ganaderos están acorralados competitivamente por la llegada de carne y leche del exterior, es imprescindible que tengan voceros calificados y honestos con el alto Gobierno Nacional. Hoy más que nunca se hacen necesarias buenas relaciones entre el Ministerio de Agricultura y los productores agropecuarios quienes dedican sus vidas a labores muy golpeadas por la violencia crónica que aqueja al país desde hace más de medio siglo.
En muchas regiones los ganaderos son las verdaderas locomotoras del campo, no solo han desarrollado un sector que abastece de carne y leche a todo el país, sino que se han mantenido en negocios víctimas de los violentos. Obviamente, entre ellos hay muchas rivalidades y mucha competitividad interna. Se sabe por ejemplo que los lecheros no trabajan de la mano con los dedicados a la industria cárnica y que el actual gremio ganadero, Fedegán, solo agrupa a un 10% de todos los colombianos dedicados a estos negocios. Es lamentable que una empresa tan emblemática para Colombia como Colanta, no esté alineada con el gremio madre o que el mismo Fedegán no tenga relaciones con el Consejo Gremial. La pérdida de interlocución es tal, que el mismo Ministerio de Agricultura, el ICA y la Policía Aduanera han tenido que denunciar a la Fiscalía, Contraloría y las superintendencias del ramo serias anomalías en el manejo gremial.
Hoy más que nunca los ganaderos merecen respaldo por parte del gobierno y de los mismos productores de leche y carne que no están afiliados en los comités regionales. Es un momento crítico que debe solucionarse con decisiones firmes. Todos lo que tenga que ver con los casos de contrabando en que se hayan inmersos los nombres de Friogán deben ser investigados con prontitud por las autoridades pertinentes; como también las denuncias hechas por la cartera del agro sobre los despilfarros en Fedegán. No es cuestión de que el gremio ganadero se haya politizado o haga oposición, porque en parte esta es una de sus funciones, los asociaciones de productores se hacen para hacer lobbie y buscar apoyos gubernamentales. Para salir de este atolladero ganadero, lo primero es que actúe la justicia y frene los brotes delictivos o de corrupción.
