Los indicios que dejan ver una nueva economía

Mientras el país económico se encuentra en calma chicha a la espera de que el Gobierno se pellizque con un auténtico plan contracíclico que dispare el crecimiento durante los años venideros, el mundo empresarial no para y hay pequeños destellos de que el salto que le imprimirá al mundo la inteligencia artificial es solo cuestión de uno o dos lustros.

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Las noticias empresariales, de la tecnología y del mercado financiero, en las dos últimas jornadas, giran en torno a una empresa estadounidense llamada Nvidia, que lleva poco más de 30 años, nada conocida, pero que en el segmento de los videojuegos y ahora en la IA, es más que una revelación. ¿De qué se trata? Nvidia Corporation desarrolla software y es líder en diseño de unidades de procesamiento de gráficos, a tiempo que es una de las compañías jugadoras en ciencia de datos, computación de alto rendimiento y computación móvil y automotriz.

Todo ese portafolio de productos y servicios los ha escalado a inteligencia artificial en los dos últimos años, decisión gerencial que le ha abierto el camino en diseños de arquitectura, ingeniería, construcción y entretenimiento. En síntesis: hace chips para todos los campos. Es una empresa con un componente de creatividad enorme que está llamada a ser líder mundial en el internet de las cosas y la esperada quinta revolución industrial.

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Esta semana, todos los mercados esperaban los resultados de Nvidia como un niño la nochebuena, Goldman Sachs calificó los números de la empresa como “el valor más importante sobre el planeta Tierra”, y “la firma más influyente del planeta Wall Street”. Se ha convertido en el termómetro de cómo van los negocios asociados a la inteligencia artificial: esa es su verdadera importancia, si Nvidia va bien, la IA va bien, pues ha logrado fusionar varios departamentos que son líderes globales en el segmento de microprocesadores.

Los resultados han sido mejor de lo esperado, su repunte superó 10% e impulsó a otros jugadores tecnológicos, algo así como: “si a Nvidia le va bien, a todos les va bien”. Un aumento de 265% en los ingresos trimestrales de este año, a US$22.103 millones, no es habitual, lo que habla de una nueva economía.

Los beneficios de la empresa se dispararon 769%, hasta US$12.285 millones, números oficiales remitidos por la Comisión de Valores y Bolsa de Estados Unidos, SEC. La noticia que llega de Wall Street es que Nvidia es la compañía pionera de una nueva fiebre, la de la inteligencia artificial; los mercados productores de procesadores para la IA están demandando muchos productos para tener un espacio en la nueva fase, que es la IA generativa, algo que suena y sabe a chino en la mayoría de los países que viven a la penúltima moda, como es el caso de Colombia, ensimismados en discusiones del siglo XIX, sobre el manejo eficiente del precario presupuesto, la oleada de inseguridad, las guerrillas y el narcotráfico. El nuevo Elon Musk se llama Jensen Huang, quien es el hombre del momento, y quien ha dicho después de entregar sus resultados que “la aceleración computacional y la IA generativa han alcanzado un punto de inflexión.

La demanda está creciendo en empresas, sectores y países; nuestra plataforma de centros de datos está impulsada por factores cada vez más diversos: demanda de procesamiento, entrenamiento e inferencia de datos de grandes proveedores de servicios en la nube y otros especializados en GPU, así como de empresas de software e internet de consumo”. Es otro mundo.