.
De manera anticipada y con ortodoxia, el gerente general del Banco de la República, Leonardo Villar, fue reelegido
EDITORIAL

Los retos en el Emisor de Villar 2.0

lunes, 18 de noviembre de 2024

De manera anticipada y con ortodoxia, el gerente general del Banco de la República, Leonardo Villar, fue reelegido

Foto: Gráfico LR

De manera anticipada y con ortodoxia, el gerente general del Banco de la República, Leonardo Villar, fue reelegido por la actual junta, bien por la independencia, pero hay retos

Editorial

Muy de lejos el Banco de la República es la primera de las instituciones con mayor favorabilidad de los colombianos, quizá por su independencia, pero también por sus logros en la reducción de la inflación y el mantenimiento del poder adquisitivo del peso, roles y funciones constitucionales que bien ha desempeñado desde el siglo pasado.
Desde hace cuatro años, la batuta económica, financiera y monetaria del Emisor la lleva, Leonardo Villar, un economista de bajo perfil, gran conocimiento, respeto profesional y con el halo especial para ser uno de los banqueros centrales más admirados en la región. Hace poco tiempo fue reelegido inesperadamente, en silencio y sin mayores aspavientos, casi con dos meses de anticipación al final de su primer período, en una jugada genial que evitó que el Gobierno Nacional armara rollos e injerencias en el banco en donde no los hay.
A comienzos del próximo año saldrán dos codirectores de la entidad que serán remplazados por funcionarios elegidos a dedo por el Presidente de la República; ser miembro de la Junta es uno de los cargos más apetecidos por la tecnocracia colombiana. Desde que la Constitución del 91 puso a andar la entidad que remplazó a la vieja Junta Monetaria, han pasado muchos codirectores de todos los estilos: unos muy bien calificados, exministros, superintendentes, otros solo recomendados/enchufados, algunos probos académicos y una buena cantidad de tecnócratas que bien siguen el rally de los macroeconomistas, ser funcionarios en Planeación Nacional, pasar por el Emisor, por alguna de las entidades de investigación y sacar tiempo para desempeñarse como profesores en la universidad; muchos han sido doctores, otros no, y quizá ese es el reto del Banco de la República de cara a 2030, que los codirectores sean formados en investigación académica, no solo en macroeconomía, economía para el desarrollo o finanzas.
En los tiempos que corren es un imperativo que estudien el papel de la banca central en los asuntos monetarios postmodernos de gran calado como las criptomonedas, el peso digital y por supuesto que le saquen gran utilidad al recién puesto a andar sistema de pagos. Villar y los codirectores que lleguen deben llevar al banco central colombiano a otro nivel de desarrollo tecnológico y que los cuentahabientes lo perciban.
Donald Trump, quien tomará las riendas de Estados Unidos hasta 2028 tiene una gran apuesta por los criptoactivos, al tiempo que Europa avanza hacia la creación de un euro digital; escenarios que obligarán a que la Reserva Federal haga lo propio con el dólar. Villar y los nuevos codirectores tendrán un periodo paralelo al de Trump como ente rector de la Fed y temas como las reservas, las dolarizaciones regionales, las cuentas en dólares van a ser temas que deben empezar a estudiarse desde el Emisor, pues no hay otra entidad que pueda hacerlo con probidad. Tampoco se puede perder de vista que el Emisor va a jugar un papel trascendental en la administración de las pensiones, si bien no definirá mesadas, liquidaciones o políticas en torno a las jubilaciones, sí validará cómo funcionará el gran fondo pensional que antes era solo virtud de Colpensiones.
Ojalá el Presidente no se equivoque en el nombramiento de los nuevos codirectores y que Villar 2.0 sepa leer el contexto internacional para dar un verdadero salto con el Emisor.

Conozca los beneficios exclusivos para
nuestros suscriptores

ACCEDA YA SUSCRÍBASE YA

MÁS DE EDITORIAL

Editorial 23/12/2024 El año más definitivo

Para desvanecer el reino de la incertidumbre se necesitan acciones concretas, con foco y objetivos precisos, 2025 debe ser un tiempo de hacer, ejecutar, quejarse menos y garantizar resultados