MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
Colombia puede ser el país de las maravillas turísticas, pero si la inseguridad y el deterioro del orden público no mejoran, todo se quedará en bonitas campañas de publicidad
Nadie quiere ir a pasear o disfrutar a un lugar -por más bonito que sea- si existe una gran probabilidad de que lo roben, extorsionen o corra riesgo su vida misma. El presidente, Gustavo Petro, presentó con bombos y platillos la campaña ‘Colombia, el país de la belleza’, que tiene como principal objetivo que el turismo se convierta en los próximos años en el motor de la economía, dando valor a su riqueza.
“Aunque las exportaciones de carbón, petróleo y café nos han dado muchos beneficios, no tenemos la posibilidad de mantenerlas, y Colombia tiene que prepararse para una transición, y esa es el turismo”. La campaña tiene como fin que el turismo juegue un papel más determinante en el desarrollo económico.
Petro ha insistido, desde tiempos de campaña presidencial, que Colombia será una potencia turística en el mundo, pero para eso tiene que mejorar la inseguridad reinante que hoy vive sus momentos más convulsos.
Se le abona al Ministerio de Industria, Comercio y Turismo que haya puesto en el mismo equipo de trabajo por la buena imagen del país a entidades satélites como son Procolombia y Fontur, para lanzar la campaña, no obstante, no se ve una apuesta real por mejorar la seguridad en todos los rincones del país, pues nadie está seguro en ninguna parte, incluso en los puntos turísticos de mayor atractivo como son Cartagena, el Eje Cafetero, la Catedral de Sal o Santa Marta; y ni que decir, de verdaderos paraísos bajo el acecho de la delincuencia como la Isla Gorgona y Popayán en el convulso departamento del Cauca o Capurganá en el Chocó, inundado por miles de migrantes desesperados que buscan pasar a Panamá rumbo a Estados Unidos.
Lo primero que debe hacer el Gobierno Nacional, en función de mejorar el turismo como puntal del desarrollo económico, es liberar todos los territorios de guerrilleros, narcotraficantes, extorsionistas, atracadores y todos esos focos indeseables que han hecho de Colombia uno de los países más violentos del mundo, un San Benito o rótulo que es muy difícil de cambiar si no hay un verdadero compromiso de las autoridades nacionales para saber ordenar las prioridades.
No hay turismo en medio de la inseguridad, como tampoco se puede vender el cuento de que saltando de cinco millones de visitantes anuales a 8 o 10 antes de 2030, las cosas cambien en función de los sectores más estratégicos para la economía.
Claro que el turismo con seguridad puede ser más importante y generar más divisas, pero nunca será más clave que las exportaciones de materias primas ni de las industrias extractivas. No se puede decir que el turismo va a remplazar al petróleo, eso es imposible en el corto plazo máxime con los brotes de inseguridad; sí se puede mejorar, hacer que más turistas vengan y que sobre el progreso constante se vaya cambiando; lo que no se puede hacer es mentir, plantear que el turismo será más importante que el crudo en materia de divisas; no se puede jugar con los verdaderos alcances de los desarrollos económicos.
Para mejorar el crecimiento económico y con ello el desempleo y el pago de impuestos, ninguna cosa es mejor que otra, simplemente se deben sumar, no remplazar; es crucial que en prospectiva económica se miren todas las actividades que suman en los bienes y servicios para potenciarlas sin eliminar o destruir las que han aportado durante toda la historia.
El Instituto Colombiano de Crédito Educativo y Estudios Técnicos en el Exterior, Icetex, es un auténtico zombie en la estructura moderna del Estado y en la financiación educativa
Algunas tendencias explican las movidas que se están dando en los supermercados, las tiendas de vecindario o de conveniencia, en las que el ganador debe ser el consumidor
Las noticias con las que cerrará 2024 no son las mejores, los misiles de largo alcance han desatado otra fase en el conflicto de Rusia con Ucrania que puede ser muy mala