Por fin frenaron las consultas populares

Una de las principales noticias económicas de este año, que poco a poco llega a su final, es que la Sala Plena de la Corte Constitucional resolvió, por cinco votos contra uno, que las consultas populares no tienen el alcance ni son el mecanismo para frenar proyectos económicos en el país. Una decisión no solo esperada sino acertada, pues estos mecanismos se habían convertido en una piedra en el zapato para las obras de infraestructura, energía, agua y por supuesto de minería a lo largo y ancho del país. Las llamadas consultas populares ya no frenarán más los proyectos minero energéticos, ni similares, lo que se convierte en un gran avance para apurar proyectos económicos necesarios para las regiones y que se encontraban frenados por los intereses políticos que habían capturado estos mecanismos de consulta a las regiones comprometidas en estos desarrollos. Ahora el paso es avanzar en mecanismos reales de consulta, pero más propositivos, que no siempre sean sinónimos de enfrentamiento y oposición al desarrollo.

El fallo definitivo de la Corte aún no se conoce, pero busca que todas las entidades tengan claridad frente a sus competencias y límites, al tiempo que la población conozca cuáles son las instancias definitivas, que era uno de los vacíos, dado que tribunales y jueces no tenían insumos legales frente a este tema. Ahora es determinante aclarar si esta decisión es retroactiva y deja sin efecto a otras consultas populares que se hayan realizado antes. En particular el sector minero energético debe avanzar en reactivar los grandes proyectos que estaban estancados y que habían sumido sus obras en un estado de inseguridad jurídica fatal para las comunidades, los socios y los inversionistas de esos proyectos. La pelota ahora está en el campo del Congreso que deberá en menos de 24 meses tramitar un proyecto de ley que aclare el papel de las comunidades y las instancias. Con este fallo de la Corte, el avance es enorme y la claridad para los grandes negocios minero energéticos gana terreno luego de varios años de incertidumbre.

Consultas como las realizadas en Cumaral, Meta, en la que le preguntaban a los habitantes de ese municipio: “¿Está usted de acuerdo, ciudadano cumaraleño, que dentro de la jurisdicción del Municipio de Cumaral, se ejecuten actividades extractivas de explotación sísmica, perforación exploratoria y producción de hidrocarburos?”, son perniciosas y dañinas para la propia economía general, pues las respuestas son obvias; el punto ahora es que el Congreso logre sensibilizar la idea de un desarrollo sostenible en las regiones con riqueza minero energética para el beneficio de todos. No se trata de desconocer la opinión de los lugareños en la explotación de sus recursos, se trata de que sea sostenible y articulado donde ganen todos; no todo puede ser oponerse por oponerse a este tipo de proyectos, siempre hay otras alternativas. La regla general en casi todas las situaciones -más de 120 en todo el país- es que hay poblaciones que fueron manipuladas políticamente, incluso algunas que se han opuesto hasta a la pavimentación de carreteras o la construcción de puentes, solo por venir del Gobierno Nacional o de un determinado grupo político en el poder local o regional. Ojalá el Congreso no destruya este gran paso que se ha dado y se logre un verdadero desarrollo.