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EDITORIAL

¿Por qué los empresarios rajan a Santos?

lunes, 11 de diciembre de 2017

Cascada de impuestos, funcionarios sin línea, falta de liderazgo, acuerdos sin empresarios, son muchas las razones por las que a rajan al presidente

Editorial

Si algo sabía o dominaba con suficiencia el presidente Santos era de economía y de hacer empresas, pero leyó mal las necesidades del país y hoy, a pocos meses de terminar su segundo mandato, los hombres que hacen empresa lo rajan con su peor calificación en casi ocho años.

Aquí en La República, no solo el primer periódico de economía, finanzas y negocios del país, sino el más antiguo de Iberoamérica de circulación diaria, nos hemos dado a la tarea desde hace cinco años de preguntarles directamente a la alta gerencia del sector financiero, industrial, educativo, gremial y obviamente empresarial, cómo califica al Presidente, sus ministros y funcionarios más importantes. Es un ejercicio único en Colombia, no solo por la metodología que se utiliza -entrevista directa a más de 500 empresarios con el equipo de periodistas- sino porque publicamos los nombres de quienes califican; y por petición de esos mismos hombres de negocios, generadores de empleos y de construcción de país económico, omitimos las notas directas. Y en medio de este gratificante trabajo de campo, recogemos de primera mano sus comentarios, opiniones y las razones que exponen para poner un 1 cuando es muy malo y un 5 cuando es excelente.

¿Por qué los empresarios rajan al Presidente y su gabinete por igual? El primer argumento tiene que ver con la falta liderazgo para sacar adelante las acciones necesarias para reactivar la economía. En particular se refieren a dejar en manos de ministros burócratas y calculadores, Colombia Repunta, un plan bien intencionado que no arrancó, pero sobre el cual estaban puestas las esperanzas de crecimiento.

La segunda razón tiene que ver con la mala lectura que el Ejecutivo ha hecho de las necesidades empresariales. Mientras en todo el vecindario se habla de reducción de impuestos, de mermar la carga tributaria a las empresas (léase Trump y Macri, también el candidato Piñera), las diferentes reformas del Gobierno fueron alcabaleras en un ciclo donde se debía generar dinámica empresarial.

A los encuestados también les llama la atención la falta de línea a ciertos funcionarios que “se mandan solos” y que han engendrado odio en la opinión pública contra la actividad empresarial. Las investigaciones show y la suerte de allanamientos sin razones de peso a instalaciones, tienen incómodos a los empresarios entre quienes se respira un aroma de persecución que muchos se lo achacan a la otra de las razones del malestar con el Presidente y es la animadversión hacia los empresarios desatada en La Habana durante las negociaciones de paz.

Sobre este último punto vale la pena subrayar que los empresarios se sienten fuera de lugar cuando de paz se habla, porque los metieron a ellos, los generadores de empleo formal en el mismo costal de los delincuentes, además varios de los negociadores descalifican soto voce a los empresarios, quienes dicho sea de paso, no fueron bien representados. Quedan solo menos de ocho meses para entregar la Casa de Nariño y la gobernabilidad está porosa por la contienda electoral y lo peor que pudiera pasar es que el Gobierno no haga nada para recomponer su relación con los empresarios. Casi todos los encuestados coinciden en que a Santos no le falta diálogo con la estructura económica privada del país, sino que adolece de ejecuciones concretas. Por los hechos los conocerás.

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