EDITORIAL

Primera semana con muchos frentes abiertos

sábado, 13 de agosto de 2022

El Presidente Petro cierra su primera semana de gobierno con varios frentes de trabajo abiertos cruciales para el país y que requieren máxime atención por parte de todos los actores

Editorial

Gustavo Petro solo lleva cinco días, unas 120 horas, al frente de la Casa de Nariño y los temas que ha abierto para empezar a trabajar son una auténtica Caja de Pandora. Es el primer gobierno en la historia reciente del país que solo un día después de posesionarse radicó un proyecto de ley de reforma tributaria por $26 billones con grandes consecuencias en los resultados empresariales para los próximos años.

Renglón seguido, retomó las relaciones con Venezuela, nombró embajador en Caracas, recibió las credenciales del venezolano que llegará a Bogotá e instaló un aroma de nuevos negocios con un merado natural que en 2008 representó más de US$7.000 millones.

Luego, el nuevo Canciller a marchas forzadas, comenzó a hilar unos tempranos diálogos de paz con el histórico y destructivo, Ejército de Liberación Nacional, que le vuelve a apostar a su resocialización y a frenar el rastro de tristeza y desolación que ha dejado a su paso desde los años 60. Y no menos importantes en toda esta agenda están los temas de alta preocupación económica como la inflación cabalgante que llegó a 10% y amenaza con dañar la estabilidad macroeconómica lograda en los últimos años. Un comienzo de gobierno no atropellado, pero sí sonoro y que le ha impreso al país una rutina distinta abordando temas trascendentales.

Lo verdaderamente importante no son los temas de gran calado, sino la capacidad que tengan los funcionarios de sacarlos adelante para el beneficio de todos los colombianos, no solo de un sector afectado. El cuadro de colaboradores de primera línea de la administración central es experimentado, tiene experiencia e inmensa responsabilidad para llevar a buen puerto al país, pero deben conciliar, negociar, medir el impacto de todo lo que hacen y más que dividir al país deben sumar refuerzos.

En orden de prioridades nacionales, primero están los temas de estabilidad económica, luego la seguridad en todos los rincones del país, sin dinero no hay mucho qué hacer cuando se necesita mayor presencia del Estado en la Colombia olvidada. El presupuesto para 2023, de unos $410 billones, debe encontrar recursos para que todas las promesas de campaña se empiecen a materizalizar. El crecimiento de la economía no se puede frenar, este año el alza del PIB debe estar por encima de 6% y en 2023 hay que redoblar los esfuerzos para que llegue a 4%, cifra difícil de alcanzar porque los pronósticos no superan 2%.

De allí a que la reforma tributaria sea racional, que los empresarios no frenen sus planes de inversión para que el desempleo no cobije a más de 2,5 millones de colombianos. Una cosa clave: las carteras de Comercio, Agricultura y Hacienda, deben tener un plan inmediato para conseguir que la inflación regrese a su piso de 2% y no supere el techo de 4%. Comercio mejorando las desgravaciones arancelarias, Agricultura mejorando la producción de alimentos, sustituyendo muchas de las importaciones, y Hacienda trabajando hombro a hombro con el Banco de la República para que las tasas de interés no sigan subiendo y evitar que el consumo no se frene. La velocidad de arranque de las actividades presidenciales de Petro es muy interesante, pues los temas son cruciales de históricas soluciones para el país, aunque no sobra plantear que “por más que se madrugue, no amanece más temprano”.

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