Una economía trabajadora, pero poco productiva

Dice el economista Eduardo Lora que “muy poca gente entiende cómo el Dane calcula la productividad (...) Dicho de alguna manera, la Productividad Total de los Factores, PTF, es el aumento del PIB derivado de un uso más eficiente de todos los factores productivos.

Si el PIB crece 8%, mientras que el uso del factor trabajo y de todos los tipos de capital productivos, ha crecido 5%, pues la PTF ha aumentado 3%”. Lora concluye que “es bien difícil hacer este cálculo en la práctica porque no es obvio cómo se mide “el uso de todos los tipos de capital”. Siguiendo recomendaciones de la Ocde, el Dane sigue una metodología internacional (llamada Klems).

Pero la misma Ocde reconoce que los cálculos son muy susceptibles a los supuestos y se prestan a diversas interpretaciones. De ahí que a menudo haya resultados tan poco intuitivos. Por ejemplo, entre 2010 y 2020, la PTF en Colombia estuvo estancada, superando solo a Chile, que sorprendentemente ocupó la peor posición en América Latina, mientras que Honduras fue el líder de la productividad.

En Colombia, desde 2010 han tenido aumentos de la PTF los sectores de agricultura, transporte, servicios comunitarios y comercio; los demás han tenido caídas, en especial la construcción y la minería. En 2021, la PTF aportó apenas 0,6% al crecimiento económico; en 2022 muy alto, gracias a la fuerte recuperación.

La cifra esperada para sumarla a la inflación de noviembre fue nuevamente negativa, por tanto el Dane hace un cambiazo y utiliza la productividad por hora, y allí le lloverán rayos y centellas de académicos, pues no sería presentable que el mínimo solo subiera el dato de inflación.

Para 2023, la PTF quedó en -1%, pero por hora fue de 0,76% y por trabajador ocupado fue -0,7%. Este reporte es de cifras preliminares para tener el margen que permita avanzar en las discusiones del mínimo este mes.

Nuevamente el Dane utilizó la metodología Klems para introducir las cifras de productividad por hora y por trabajador ocupado, un camino que es subjetivo a la luz de los ojos académicos. Lo curioso de la decisión del Dane es que en Colombia no existe oficialmente salario por horas cargado con todos los beneficios parafiscales, incluso es una de las deficiencias de la reforma laboral que cursa en el Congreso.

Dice la directora del Dane, Piedad Urdinola, que técnicamente es recomendable usar el dato por hora, es decir, el que está en positivo. “De tal manera que, si nos quedáramos en el pasado y la mesa termina cogiendo la PTF, tendría que tomar la decisión pensando en que hay un valor negativo, pero si toma la técnicamente recomendable, que es la productividad laboral por hora, está en positivo”.

Mejor dicho, el Dane está cuadrando las cifras para subir el mínimo de manera irreal golpeando a los generadores de empleo. Siguiendo con Lora, “incluso si la PTF pudiera ser medida en forma confiable, es discutible por qué debería determinar el aumento del mínimo.

Como lo indica su nombre, la PTF tiene en cuenta todos los factores, no solo el trabajo formal que es directamente afectado por el salario mínimo. ¿Por qué no mejor usar la productividad del empleo formal? Pero hay otro problema: atar los ajustes del mínimo a la productividad implica reforzar los auges y las recesiones, ya que la productividad tiende a subir más rápido cuando a la economía le va bien, y viceversa. Esta “prociclicalidad” del mínimo dificulta también la política monetaria, como estamos viendo en Colombia”.