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Es inusual en el sistema financiero global que estén abiertos dos frentes de crisis, en Estados Unidos y Suiza, en Colombia es más complejo por la reforma pensional que minimiza los fondos
No es muy clara la línea de contagio entre lo sucedido en el Silicon Valley Bank y el Signature Bank en Estados Unidos, y lo que está pasando con los bancos europeos, especialmente con el Credit Suisse en Suiza, lo cierto es que el mundo financiero está en alerta roja y la incertidumbre se ha posado en las bolsas de valores de todo el mundo; drama del que no se escapa el mercado colombiano, luego de que el Gobierno Nacional decidiera radicar una reforma pensional que minimiza el papel de los fondos privados de pensiones, fundamentales para las inversiones en el mercado secundario y dorsales para todo el sistema financiero; no en vano algunos de los grandes bancos nacionales, Bancolombia del Grupo Empresarial Antioqueño, y Banco de Bogotá, del Grupo Aval, están directamente emparentados con los fondos de pensiones Protección y Porvenir, respectivamente.
Es un momento confuso como ocurre en todas las crisis financieras y lo mejor es optar por el camino de la prudencia, pero sobre todo de empujar a las oficinas de control y vigilancia para que hagan adecuadamente su papel.
Larry Fink, uno de los oráculos de las finanzas mundiales, fundador y presidente de BlackRock, la mayor gestora de fondos globales, dice que “aún no sabemos si las consecuencias del dinero fácil y de los cambios normativos se extenderán en cascada por todo el sector bancario regional estadounidense y si se producirán más embargos y cierres”, lo cierto es que viene un cierre del primer trimestre del año un poco raro, justo en un momento muy esperado de freno inflacionario y del final de la escalada de subida de tasas por parte de los bancos centrales.
Obviamente, bancos son bancos y hay líneas de unión que pueden explicar el contagio entre el SVB y el Credit Suisse, lo incierto en este momento es entrar a predecir si se está cocinando una crisis a escala global, o si es solo los efectos colaterales de malas decisiones muy focalizadas.
Genera tranquilidad que los epicentros sean en Estados Unidos y Suiza, economías muy desarrolladas y gobiernos muy fuertes que ambos emiten dinero como última fórmula para salirle adelante a cualquier situación que comprometa la recuperación de la economía mundial, que dicho sea de paso, aún no se reponía de la pandemia, no alejaba los brotes inflacionarios y no ve la luz al final del túnel en la guerra en Ucrania.
Al glocalizar esta situación en el mercado colombiano, preocupa la decisión del Gobierno Nacional de radicar un proyecto de ley en este momento de crisis e incertidumbre que reforma las pensiones; crea en teoría cuatro grandes pilares en los que les quita unos $9 de cada $10 a los fondos privados, quienes han sido jugadores en el mercado de las pensiones desde hace tres décadas; si bien aún solo es un proyecto que no se ha radicado oficialmente, la sola idea genera mucha incertidumbre en el mercado, que afecta a los bancos y a todo el sistema.
Si se mira la cotización de los papeles valor de las entidades colombianas en Nueva York, los ADR, se observa que las pérdidas tienen mucho que ver con la incertidumbre local más que por los vasos comunicantes con el SVB o el Credit Suisse. Nuevamente, hay que hacerles un llamado a los congresistas para que la discusión de la reforma pensional se haga en condiciones que brinden seguridad jurídica a los inversionistas nacionales y extranjeros, además de mirar al detalle el papel de los fondos privados en la economía.
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