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A medida que 2024 llega a su fin, los mercados globales dejan un balance positivo y lecciones clave sobre su volatilidad y resiliencia. Este ha sido un año de importantes contrastes, con sólidas ganancias en las principales bolsas de valores, un impulso notable en el sector de criptoactivos y desafíos en algunas de las economías más relevantes del mundo.
El S&P 500, el índice que mide el desempeño de las empresas más grandes de los Estados Unidos, se acerca a cerrar el año con un impresionante crecimiento de 27%, registrando dos años consecutivos de sólidos rendimientos. Este desempeño se ha visto impulsado principalmente por sectores como tecnología, (Nvidia, Microsoft, Meta) salud (Intuitive Surgical, Boston Scientific Corp) y consumo discrecional, (Amazon, Tesla, Netfix) entre otros, que han mostrado un fuerte crecimiento y consolidación tras años de resultados variados o inconsistentes.
En Europa, el panorama es mixto. El Ftse 100, índice de referencia de la bolsa de Londres, creció 7,5%, reflejando cierta estabilidad en un Reino Unido que cerró con un crecimiento económico de apenas 1%, según el Banco de Inglaterra. Por otro lado, el DAX alemán mostró un crecimiento del 21% en el mercado bursátil, pero esto contrasta con una contracción económica prevista de 0,2%. La desaceleración de la economía alemana, que enfrenta dificultades en su sector manufacturero y una fuerte competencia de China, la posiciona como la única economía del G7 con un retroceso este año, acercándose a la recesión.
En el mundo cripto, 2024 será recordado como un año histórico. La capitalización de mercado global superó por primera vez los US$3,5 billones, con bitcoin liderando la tendencia y un increíble crecimiento de 156%, manteniéndose por encima de los US$100.000 por moneda en los últimos días. Esto debido al sentimiento positivo en torno a su futuro y desarrollo de estos mercados que se consolidan aún más con la llegada del presidente Trump en los Estados Unidos, quien promete abiertamente un respaldo determinado para este sector.
Por su parte, Ethereum (ETH) creció 68%, mientras que Solana (SOL) sorprendió con un aumento de 230%. Proyectos transformacionales en blockchain como lo son Chainlink (Link) y Kadena (KDA), están redefiniendo la aplicación práctica de esta tecnología y también están registrando crecimientos significativos en el valor de sus tokens, destacándose como piezas clave en el ecosistema web3.
En China, la situación no es fácil. Aunque las cifras oficiales indican un crecimiento del PIB de 5%, persisten dudas sobre la precisión de estos datos. Algunos analistas sugieren que el crecimiento real podría estar más cerca de 2%, en un año marcado por desafíos y
crisis en el sector inmobiliario y un ambiente de deflación. A pesar de esto, el gobierno chino ha impulsado un paquete de estímulos económicos de reactivación y ha firmado más de 60 acuerdos de cooperación con varios países, pero con un foco especial en Latinoamérica, fortaleciendo su influencia en la región.
En Colombia, el panorama económico ha sido mixto, sobre todo a nivel internacional. Un estudio de hace pocas semanas de la prestigiosa revista The Economist posiciona al país como la sexta mejor economía del año en términos de desempeño entre los 37 países de la Ocde, destacándose por su crecimiento, sin embargo la percepción local aún muestra escepticismo.
En el ámbito de la comunicación global, la inversión publicitaria, un indicador clave de la confianza económica, creció 10,7% en 2024, superando por primera vez el billón de dólares, según cifras de Warc. Los medios digitales consolidaron su liderazgo, absorbiendo el casi 70% del total de la inversión con las marcas y negocios de todos los tamaños como motor de crecimiento económico.
¿Qué nos espera para 2025? Todo apunta a un año de crecimiento continuo en los mercados financieros, con especial énfasis en las ‘growth stocks.’ Además, se espera un desarrollo aún más fuerte en la economía digital y en los sistemas basados en blockchain y criptoactivos, que seguirán transformando la manera en que interactuamos con las finanzas descentralizadas. A este ritmo, la inversión publicitaria continuará creciendo y esto seguirá impulsando el comercio y consumo global. Aunque persisten desafíos, el dinamismo observado en 2024 deja claro que los mercados están preparados para afrontar las oportunidades y retos del próximo ciclo económico.