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El Ministerio de Ambiente alertó que de 794 anfibios, 93,8% están en amenaza de desaparecer, entre ellos destaca la rana arlequín y las salamandras
Colombia goza de una alta riqueza en biodiversidad y se encuentra como el segundo más diverso en el mundo después de Brasil, pero con el pasar del tiempo y el aumento de actividades destructivas comandadas por los humanos se ha visto amenazada, con miles de especies de flora y fauna que están en riesgo de desaparecer.
El país cuenta con 79.831 especies observadas y, según un informe de la Universidad Nacional de Colombia, hay más de 1.700 amenazadas.
Este informe destacó que Colombia es el país con la mayor diversidad de especia de aves, con 1999, 82 de ellas endémicas (exclusivas del territorio nacional). Además, cuenta con 26.000 especies distintas de plantas; 560 de orquídeas y 3.844 de mariposas (350 endémicas). Sin embargo, el riesgo de que muchas de ellas desaparezcan es latente.
El profesor Miguel Gonzalo Andrade Correa, director del Instituto de Ciencias Naturales (ICN) de la Unal, calificó esta situación como una “vergüenza nacional”.
El profesor advirtió que dentro estas especies amenazadas se encuentran las tortugas continentales. Respecto a la flora señaló que hay 311 especies de orquídeas en riesgo, así como 38 especies de frailejones: plantas endémicas de los páramos colombianos.
“El territorio nacional cuenta con 81 ecosistemas, 20 de ellos 'en estado crítico’; es decir, al borde de la extinción, y cerca de 30 se consideran en peligro, lo que significa que 25% están bajo amenaza”, alertó Andrade.
“El territorio nacional cuenta con 81 ecosistemas, 20 de ellos en estado crítico, cerca de 30 se consideran en peligro, 25% están bajo amenaza”.
Hay varios aspectos que pueden ser el detonante de que actualmente haya tantas especies de flora y fauna amenazadas en el ecosistema, no solo del país, sino del mundo en general.La vicerrectora de la Universidad Nacional, Luz Stella Cadavid Rodríguez, resaltó que esto se debe al cambio climático y la pérdida acelerada de biodiversidad.
Pero también advirtió que tiene que ver con las fallas que tienen los modelos socioeconómicos actuales porque muchos de ellos se centran en la explotación intensiva de los recursos naturales que llevará a la extinción de los seres humanos y de todas las formas de vida. Ante esto, propuso “una ‘transición civilizatoria’ que se haga mediante un cambio profundo en la relación entre los seres humanos y el medioambiente”.
“Debemos movernos de un enfoque extractivista centrado en el hombre y su postura de dominación, a uno horizontal en el que nos reconocemos como otra especie en la naturaleza y propendemos por la conservación de todas las formas de vida. No se trata solo de un cambio de modelo económico, sino también es de mentalidad: debemos pasar del consumismo desenfrenado a una economía que garantice la preservación de los recursos para las generaciones futuras”, dijo Cadavid Rodríguez.
Para poder hacer frente a esta situación, el grupo de investigación que hizo el informe de la Unal promueve la transformación de residuos de pescado y desechos de comida en energía renovable. Además, anunciaron la creación de un fertilizante biológico subproducto del proceso, “un aporte para detener la pérdida de biodiversidad con la eliminación de contaminantes y agroquímicos peligrosos para el suelo”, manifestaron.
Luego de siete años sin actualizar cifras, a principios de este año el Ministerio de Ambiente entregó un informe de las especies amenazadas de extinguirse. En este reporte confirmaron que son 2.103 que están en peligro de extinción.
Entre la fauna amenazada, se encuentra el tití cabeciblanco, el pez sierra, la tortuga del río, el manatí amazónico y del caribe, el bagre, la turpia real, entre otros. De la flora silvestre, reportaron que están: la guasca, el cerezo, el carreto, la palma de cera, la flor de mayo, la papaya de monte, el roble negro, el frailejón cabrera, entre otros.
“Presentamos al país, un listado oficial de nuevas especies silvestres amenazadas. Esto indica que el país cuenta con mayores estudios de su biodiversidad, permitiéndonos adoptar las medidas necesarias para asegurar la protección de las especies de flora y fauna silvestre” afirmó la Ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Susana Muhamad.
El informe revela que, de un total de 794 anfibios evaluados, 93,8% presentan riesgo de extinción. Algunas especies como la rana saltona de Villavicencio, salamandras y la rana arlequín, se encuentran amenazadas.