MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
Agregue a sus temas de interés
Su uso en Kenia se castiga con cuatro años de prisión
Las bolsas plásticas son consideradas un elemento letal para el cambio climático y las especies animales. Según cifras de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el plástico mata alrededor de un millón de aves marinas y 100.000 mamíferos marinos. Además, su degradación tarda 400 años, tiempo en el que su descomposición afecta seriamente al medio ambiente. Estos factores han sido decisivos para que al menos 14 países decidieran prohibir su uso con el propósito de reducir la cifra de 500.000 millones de bolsas que se consumen al año en todo el mundo.
Uno de los principales detonantes para la regulación del uso de bolsas plásticas fue el descubrimiento del “continente de plástico” o la “isla de basura” ubicada en el Océano Pacífico, que fue vista por el investigador marino Charles Moore en 1997. Ubicada entre Hawai y California, está compuesto principalmente de bolsas plásticas, botellas y pitillos, además de equipos de pesca abandonados, según informó la National Geographic.
Este tipo de descubrimientos llevaron a Bangladesh a convertirse en la primera nación en prohibir el uso de bolsas plásticas en 2002. Además, la ONU agregó que otro de los motivos para su veto fue su “papel clave” en la obstrucción de los sistemas de drenaje del país en periodos de inundación.
Según el investigador del Instituto de Estudios Ambientales de la Universidad Nacional, Liven Fernando Martínez, “reducir el uso de este material no solo baja la cantidad que llega a los rellenos sanitarios, sino que también disminuye la presión sobre las materias primas para su fabricación”. El plástico más usado es el polietileno.
Hasta la fecha, a Bangladesh le han seguido otras 13 naciones de todo el mundo entre las que destacan Argentina y Chile como representantes de América Latina. Mientras que en Argentina la medida se ha llevado a cabo solo en las provincias de Neuquén, Río Negro, Chubut y Buenos Aires, Chile anunció su veto en toda actividad comercial, lo que lo convierte en el primer país de la región en prohibir su uso.
Por su parte, la legislación más dura contra el uso de bolsas plásticas está en Kenia, nación en donde el uso de bolsas plásticas es castigado con una multa de US$35.000 y penas de cuatro años de prisión.
En el caso colombiano, la regulación del uso de bolsas plásticas está inscrita en la ley 668 del 28 de abril de 2016, que reglamente su “uso racional”. Además, el impuesto de $20 que comenzó a regir desde el 1 de julio de 2017 contribuyó a una reducción de 30% en su utilización para febrero de 2018.
Según reportes de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian), los colombianos usaron 688,6 millones de empaques plásticos entre julio de 2017 y febrero de 2018, lo que significó un pago de impuestos que superó $10.000 millones.
Por su parte, la coordinadora ambiental de la Fundación Con Vida, Ariadna Pantoja, aseguró que “desde la economía ambiental está demostrado que poner un impuesto para generar un estímulo al mercado y disminuir la oferta funciona, pero en Colombia no ha generado un buen impacto sobre las personas al ser muy bajo”. El impuesto a las bolsas plásticas en Colombia aumentará $10 anuales. Se espera que suba a $50 para 2020.
“Reducir el uso de este material no solo baja la cantidad que llega a los rellenos sanitarios, sino que también disminuye la presión sobre las materias primas para su fabricación”.
“Está demostrado que poner un impuesto para disminuir la oferta funciona, pero en Colombia no ha generado un buen impacto sobre las personas al ser muy bajo”.
¿Cuál es la historia de las bolsas plásticas?
Las bolsas plásticas fueron creadas en 1933 cuando se originó por accidente el polietileno, material más usado para la fabricación de este tipo de empaques, en una fábrica química de Norwich, Inglaterra. Para 1965, la bolsa plástica como tal fue patentada por el ingeniero sueco Sten Gustaf Thulin, y comenzó a reemplazar la tela y el plástico en Europa. A finales de la década de los 70 fue introducida a Estados Unidos, y para finales de los 80 su presencia reemplazó al papel en todo el mundo.