¿Por qué la forma de alimentarse influye en el cambio climático?

Según un estudio de la organización WWF, la forma como nos alimentamos está conectada con los impactos ambientales. De acuerdo al informe, la alimentación es hoy una de las mayores amenazas para la naturaleza. Explican que la principal razón de esto es que actualmente la sociedad tiende a consumir un mismo tipo de dieta, lo que hace que en la producción, se terminen cultivando hectáreas de un mismo grupo de alimentos, se pierda diversidad genética y, así, se ponga en riesgo los ecosistemas.

Esto lo señaló Carolina Escallón, experta de WWF, quien dijo que "en los últimos años, particularmente en occidente, se han evidenciado dietas homogéneas. Venimos comiendo de una manera más similar. Se aprovecha muy poco de la biodiversidad de alimentos". La homogenización de las dietas, indicó, "hace que los cultivos de esos grupos de alimentos tengan que extenderse, lo que genera presión sobre los ecosistemas naturales y gases de efecto invernadero". También puede pasar que el suelo pierda la capacidad para almacenar el carbono.

Escallón comentó que resulta paradójico que aún con la producción a gran escala, las personas tiendan a comer lo mismo. "Nos alimentamos de muy pocas especies vegetales y animales. Por eso, resulta clave comer más variado y más local, esto para hacer frente al cambio climático. La variedad en la dieta es fundamental".

Cabe resaltar que WWF estima que se ha perdido hasta 75% de la diversidad genética de los cultivos alimenticios. Hoy solo 120 especies de plantas se cultivan en grandes proporciones en el planeta, mientras que las tres cuartas partes del suministro mundial de alimentos proviene apenas de 12 plantas y cinco animales.

El tema de la alimentación es importante a considerar, aún más si se tiene en cuenta que 40% de la producción global se desperdicia. "El desperdicio, indirectamente, termina afectando ecosistemas naturales como los bosques", aseguró. La organización calcula que 80% de los bosques en el mundo ha desaparecido por la forma en que nos alimentamos. El sistema alimentario también resulta ineficiente, pues 690 millones de personas pasan hambre, mientras que más de 2.000 millones son obesas o tienen sobrepeso.

Datos curiosos

Mitigar el desperdicio de alimentos es importante. Para poner algunos ejemplos, producir un banano le cuesta a la Tierra 160 litros de agua, lo que equivale a bañarse durante 18 minutos sin cerrar la llave. Y producir una manzana le cuesta a la Tierra 125 litros de agua, el equivalente a lavar platos durante 16 minutos. Producir un tomate le cuesta a la Tierra 50 litros de agua, como descargar el inodoro 10 veces.

Según datos del Departamento Nacional de Planeación (DNP), el desperdicio en los hogares colombianos se calcula en 1,5 millones de toneladas anuales, el equivalente a 32 kilos per cápita; es como si cada persona botara al año 32 kilos de comida.