Durante 2017, Alpina capacitó a 1.940 ganaderos e hizo visitas a 4.882 hatos con el fin de transferir su conocimiento en optimización de terrenos, mejoramiento de praderas y buenas prácticas de ordeño.
Resultado de estos talleres fue el aumento en la producción promedio de 12.788 litros por hectárea, cifra cercana al promedio nacional manejado por Nueva Zelanda, el primer productor mundial de leche.
Este logro resalta el trabajo de esta compañía colombiana en cuanto a sostenibilidad. De hecho, su reporte 2017 destaca, entre otros, el reconocimiento por tercer año consecutivo del sello de sostenibilidad otorgado por Icontec y ConTREEbute en la categoría Esencia.
Ernesto Fajardo Pinto, presidente de Alpina, subrayó la búsqueda constante por generar un impacto positivo a lo largo de la cadena de valor. “A pesar de la desaceleración de la industria manufacturera en 1,2%, y en particular la actividad de elaboración de productos que decreció 0,6%, no nos quedamos quietos”, dijo.
Con presencia en Colombia, Ecuador, Venezuela y Estados Unidos y más de 6.000 alpinistas (colaboradores), la sostenibilidad es esencial en su estrategia corporativa, la cual también abarca medio ambiente, innovación, eficiencia y la relación con aliados, clientes y consumidores, entre otros.
Los temas desarrollados durante las capacitaciones de Alpina a ganaderos y mayordomos en 2017 fueron: uso eficiente del suelo y la pradera, manejo de la suplementación, medidas de control de la aftosa, control y disminución de volúmenes, calidad de leche, prevención manejo y tratamiento de mastitis y productividad.
Otro tema relevante para Alpina es la promoción de la asociativad como la mejor alternativa para impulsar el desarrollo rural. Su caso estrella es en Guachucal (Nariño) donde han invertido en los ganaderos de esa región por medio del apoyo a la creación de asociaciones de pequeños productores para que utilicen un mismo tanque de enfriamiento que preserve la calidad de la leche y así cumplan con los estándares de Alpina.
