En datos del Departamento Nacional de Planeación (DNP), el Observatorio HambreCero de la Universidad Externado de Colombia y la Uaesp (Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos), se estimó que 51,3% de los deshechos que llegan al relleno sanitario Doña Juana, son material orgánico. Relacionando una cifra aproximada de 7.000 toneladas al día, y al menos 1,3 millones de toneladas al año, Bogotá desperdicia el 37,5% del desperdicio de alimentos en Colombia.
De acuerdo a la caracterización más reciente realizada por Asociación de Bancos de Alimentos de Colombia (Abaco) y el informe sobre seguridad alimentaria a manos de Paola Medellín, de la Universidad Nacional, 54% de la población en Colombia vive dentro del eslabón de la inseguridad alimentaria, clasificada según la condición de hambre crónica, subalimentación y desnutrición crónica en la niñez. En Colombia, 2.7 millones de personas se encuentran en estado de hambre crónica, 6,5 millones están subalimentadas y 500 mil niños se encuentran en estado de desnutrición crónica.
Los cálculos
Teniendo en cuenta que la población en Colombia cerró en 50,88 millones de habitantes según el último censo general, la relación arroja poco más de la mitad de la población en condición de hambruna; es decir, en total son 27,47 millones de personas que sobrepasan esta coyuntura socioeconómica.
Solo en Bogotá, la cantidad de desperdicios de material orgánico alcanza la cifra de 7.000 toneladas al día, lo que a conversión resulta 7 millones de kg de material orgánico. Según el conteo de raciones de comida sobre los macronutrientes y micronutrientes, una persona promedio consume aproximadamente 500 gr de comida al día, lo que equivale a 0,5 kg de alimentos.
Ahora bien, si se distribuyera racionalmente las 7.000 toneladas al día de material orgánico proveniente de los residuos de la capital, 14 millones de personas podrían ser alimentadas diariamente, dirigiendo 0,5 kg de ración de comida suficiente a cada individuo, lo que resulta casi la mitad de las personas en condición de hambruna en el país (27,47 millones).
Según el Director del Observatorio de la Universidad del Externado HambreCero, Óscar Alfonso, para hacerle frente a la coyuntura sistémica del hambre en Colombia primero "hay que avanzar en la educación alimentaria, con énfasis en cuestiones cruciales como el balance nutricional que es independiente del número de comidas al día y, en cambio, las elecciones sobre macronutrientes y micronutrientes en las cantidades adecuadas. Reducir el consumo de azúcar y moderar la ingesta de sodio. Prestar más atención al etiquetado para sustituir el consumo de pseudoalimentos y de bebidas azucaradas. Malnutrición y hambruna son inseparables".
