La recomendación de la Federación Internacional de Fútbol y Asociados (Fifa) de que los 12 estadios sede del Mundial de fútbol de Brasil deben cumplir exigencias mínimas de sostenibilidad, marcará el antes y después en la construcción de escenarios deportivos en el mundo.
Desde el Gobierno brasilero se ha explicado que en esta oportunidad las obras, los servicios de transporte y el movimiento hotelero, entre otros mercados que serán impactados, generarán 1,4 millones de toneladas de carbono. Ello equivaldrá a menos de la mitad de las emisiones en los Juegos Olímpicos de Londres, indicó el Ministerio del Ambiente local.
Los estadios han sido objeto de distintos trabajos. De los 12, 10 han sido ya postulados para recibir la certificación Leed, otorgada por el Consejo Estadounidense de Edificios Verdes. (United States Green Building Council).
Los más sobresalientes en sostenibilidad son el Maracaná, en Río de Janeiro; el Castelao, que ya recibió el reconocimiento, y el Estadio Nacional de Brasilia, rebautizado como el Mané Garrincha, aspirante a la Leed platino.
Pedro Pineda, gerente de proyectos de Gestión y Operación de Proyectos (GyO), sostiene que para Colombia es un ejemplo a seguir en la remodelación de sus estadios. “Debemos ser responsables en la tarea, porque normalmente los constructores nos la jugamos por los resultados per sé, dejando de lado la reutilización de agua lluvia, la cogeneración de energías alternativas como la solar o la eólica, y los materiales no contaminantes.
Estadio Maracaná, en río de janeiro
Uno de los escenarios remodelados es el histórico Jornalista Mário Filho, más conocido como Maracaná, con una capacidad para recibir a 78.838 espectadores.
Sus obras tuvieron una inversión total de US$404 millones. Entre las remodelaciones se cuentan: el anillo de paneles solares en su techo, con lo cual se generarán 400 kilovatios por hora para alimentar un sistema de iluminación de bajo consumo de 396 reflectores con 23.500 bombillas LED; además de una cubierta de membrana de fibra de vidrio y teflón de 47.000 metros cuadrados preparada para captar el agua de lluvia, que luego de ser filtrada se utilizará en los baños y para regar el césped, lo que permitirá ahorrar 30% del consumo del líquido.
Castelao, en Fortaleza
Ha sido el primero de los estadios de la Copa Mundo de Brasil en haber sido declarado oficialmente verde. Así lo confirmó la Fifa, que indica de que de los 12 postulados para obtener el certificado internacional Leed (Liderazgo en diseño ambiental y de energía), el coliseo de Fortaleza fue exaltado por tener espacios sustentables, uso racional del agua, eficiencia energética, calidad ambiental interna, empleo de materiales de bajo impacto medioambiental y fomento de la innovación. Cuenta con sala VIP, palcos, área de prensa, zona mixta, cuatro vestuarios de primer nivel, 1.900 estacionamientos internos y espacio externo para 2.100 vehículos, además de un techo para juegos bajo sol.
Fonte Nova, en Salvador Bahía
El Arena Fonte Nova superó las recomendaciones de la Fifa y también se convirtió en un estadio con la certificación internacional Leed. Esto se debió a varias de sus características, entre esas la reutilización de 100 % del hormigón del antiguo estadio, la cobertura que capta agua de lluvia para reusarla, los parasoles de la fachada que posibilitan la ventilación, la iluminación natural y la protección de la radiación solar excesiva, con el objetivo de no utilizar lámparas de alto rendimiento.
De acuerdo con la Fifa, necesitaba 40 puntos para la certificación, pero su equipamiento superó los requisitos básicos y acumuló 53 puntos.
Mane, en Brasilia
El Estadio Nacional de Brasilia Mané Garrincha está a la espera de ser el primero en la historia en recibir el certificado máximo de sostenibilidad, el sello Leed Platino. Con capacidad para 71.000 espectadores, tendrá captación de energía solar y agua de lluvia, cerca de 9.600 paneles de iluminación LED que generarán 2,5 megavatios de energía, lo que correspondería al suministro diario de casi 2.000 viviendas. Al igual que otros escenarios, podrá capturar el agua de lluvia y almacenando 6,8 millones de galones, equivalente a 80% de la demanda de líquido no potable que requiere. Además de eso, la cubierta se autolimpia y retiene el calo, con lo que evita el uso de aire acondicionado.
Mineirao, en Belo Horizonte
Las remodelaciones del estadio incluyeron 90 palcos privados, restaurante panorámico, locales comerciales, mejoras en los vestuarios, capacidad de estacionamiento para 2.000 espacios cubiertos y 600 descubiertos. Su techo continúa el estilo de otros estadios, pues captará energía solar para reutilizarla, como parte del objetivo de conquistar la certificación Leed. Además de su capacidad para albergar 64.000 hinchas, permitirá el almacenamiento de hasta 6,2 millones de litros de agua lluvia para su recirculación en sanitarios y el mantenimiento de la grama. En su construcción se reaprovechó cerca de 90% de los escombros de la obra y se controló la emisión de polvo.
Las opiniones
Izabella Teixeira
Ministra de Medio Ambiente de Brasil
“Esta es la primera Copa en la que todos los estadios seguirán modelos de construcción y gestión sostenible. Comenzará 100% mitigada en emisiones”.
Pedro Pineda
Gerente de proyectos de G y O
“En Colombia debemos renovar los estadios y esto debe ir de la mano con el ahorro de energía, usar materiales reutilizables y la recirculación de agua”.
