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Cada sector de la sociedad puede contribuir, a su manera y dentro de sus posibilidades, a alcanzar la anhelada reactivación social y económica
El ofrecimiento que Fenalco le hizo al Gobierno Nacional, a finales del pasado enero, de usar los parqueaderos de los centros comerciales como lugares de vacunación es, probablemente, la muestra más clara de que cada sector de la sociedad puede contribuir, a su manera y dentro de sus posibilidades, a alcanzar la anhelada reactivación social y económica del país.
Con frecuencia, se piensa que para ayudar, y sobre todo en medio del contexto actual, se requiere de un recurso humano de cientos, un presupuesto desbordante y algo de renombre público. Sin embargo, lo cierto es que la pandemia, al tratarse de un fenómeno transversal, además de capital, demanda implicación y voluntad para sobreponerla; es, sencillamente, inviable pretender cumplir las diferentes previsiones de crecimiento del PIB para Colombia, si no se suman esfuerzos de manera desinteresada.
En ese sentido, si se tiene en cuenta que el sector de los centros comerciales padeció a lo largo de 2020 el cierre de más de 5.000 locales -de acuerdo con cifras de la Asociación de Centros Comerciales de Colombia (Acecolombia)-, resulta comprensible que sus estrategias de responsabilidad empresarial no estén fundamentadas en la base del músculo financiero o la entrega de grandes volúmenes de bienes de primera necesidad, como si solía ocurrir en épocas previas a la pandemia.
Así las cosas, aspectos propios de estos comercios, como la ubicación estratégica, la disposición de grandes áreas de parqueaderos, el conocimiento en logística, las redes de comunicación y señalización e, incluso, la presencia de IPS al interior de las instalaciones, hacen que el ejercicio de ayudar sea, más que un esfuerzo extraordinario, una mera cuestión de decisión y un tema de voluntad.
Por otra parte, y trayendo a colación las grandes contribuciones que realizaron los grupos económicos más representativos del país durante los primeros meses de la pandemia: Fundación Santo Domingo con $100.000 millones, Luis Carlos Sarmiento Angulo con $80.000; y el Grupo Bolívar con $75.000 millones, es necesario que se constituya un ecosistema solidario que permita que estos recursos puedan canalizarse y optimizarse en cada una de las regiones.
De esta forma, dichos actos filantrópicos, sumados a las diferentes líneas de acción gubernamental y a las contribuciones de organismos multilaterales, constituyen una base para complementarse con la iniciativa social. Ahí, precisamente, es donde los centros comerciales, están en capacidad de entrar a maximizar el recurso dispuesto y a facilitar el despliegue logístico en los grandes centros urbanos, de manera que el grueso de los recursos y el personal especializado pueda emplearse a fondo en la cobertura de zonas rurales y de difícil acceso.
En esta etapa de la pandemia, en la que la prioridad pasa por desarrollar el Plan Ampliado de Inmunización (PAI) mientras se protege la red hospitalaria, es esencial que la logística de vacunación encuentre en el aparato productivo del país una extensión a su cobertura.
Si bien existen requisitos técnicos que impiden que cualquier locación pueda ser usada para la aplicación de los biológicos, lo importante pasa por que la comunidad médica sepa que los centros comerciales, al igual que resto del sector privado, están dispuestos a seguir poniendo su grano de arena en recuperar el país de 2019 y, sobre todo, en construir la Colombia del mañana.