Colombia ha lanzado dos bonos de impacto social, uno a nivel nacional y otro en Cali

En 2015, Colombia fue uno de los 193 países que se unieron para garantizar el cumplimiento de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), con los que se pretenden mejorar, a 2030, indicadores de pobreza, salud, educación, trabajo, cambio climático, infraestructura y paz, entre otros.

Para cumplir estos propósitos, se puede hacer uso de los bonos de impacto social (BIS). A la fecha, en el mundo se han lanzado cerca de 176 de estos contratos. Tres de ellos se realizaron en naciones que están en vías de desarrollo, dos en Colombia, que fue el primer país en desarrollo en implementar este tipo de bono y que ahora lidera el tema en la región, y uno en Argentina.

Estos BIS son un mecanismo de la Financiación Basada en Resultados, la cual consiste en pagar y contratar programas sociales, en donde el desembolso de parte o de toda la financiación depende del logro de unos resultados previamente establecidos.

En los contratos de financiación tradicionales, se paga por insumos y actividades con la esperanza de que lleven a los resultados deseados.

“Los bonos de impacto social son una herramienta financiera para la innovación en política pública”, mencionó Daniel Uribe, director ejecutivo de Fundación Corona.

Si bien no existen dos bonos de impacto social idénticos porque el modelo se adapta a las necesidades y objetivos específicos de un proyecto, existe un esquema general en el que participan inversionistas, operadores y pagadores por resultados.

En un BIS la financiación se pagará únicamente al final de la intervención. Si se demuestra que se alcanzaron los resultados, el inversionista, que suele pertenecer al sector privado, deberá brindar al operador, quien es el que ejecuta el proyecto, el capital de trabajo inicial. Además, deberá absorber el riesgo en caso de que el proyecto no cumpla con los objetivos esperados.

Una vez se verifiquen los resultados de manera independiente, el pagador de resultados, que tiende a ser el Gobierno junto con cooperación internacional, le desembolsará al inversionista el capital inicial más un retorno por el riesgo asumido.

Gracias a la participación de inversionistas que pueden tomar el riesgo financiero se mejora el acceso para pequeños operadores que no cuentan con el músculo financiero para esperar el pago tras implementar el proyecto, pero que tienen mejores propuestas de intervención.

‘Empleando futuro’

El primer BIS en el país fue ‘Empleando Futuro’, en el que se pagó por mejores resultados de empleo. Con su desarrollo, se recolectó información para retroalimentar el diseño de políticas públicas en empleo para población vulnerable y para mejorar la efectividad del gasto público.

Este bono fue desarrollado como parte del Programa de Bonos de Impacto Social en Colombia (SIBs.CO), el cual fue estructurado por el Programa de Cooperación Económica de Suiza en Colombia (Seco), el Laboratorio de Innovación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID LAB), el Departamento Para la Prosperidad Social (DPS) y la Fundación Corona.

“A través de los primeros bonos de impacto social en Colombia, buscamos generar aprendizajes sobre el acceso y permanencia en empleos formales de población vulnerable, y promover mejor costo efectividad en el gasto público para lograr mejores resultados sociales”, resaltó Uribe.

Este primer BIS se implementó entre abril de 2017 y julio de 2018, contó con la participación de cuatro operadores (Fundación Colombia Incluyente, Corporación Volver a la Gente, Fundación Carvajal y Kuepa) y se desarrolló en Bogotá, Cali y Pereira.

El segundo BIS en Colombia se está implementando actualmente a nivel de gobierno local, en Cali, junto con la Alcaldía de esa ciudad. Este también está enfocado en mejorar los resultados de empleo para población vulnerable y su meta principal es lograr la retención laboral a seis meses.

El Director ejecutivo de la Fundación Corona agregó que este mecanismo no es exclusivo para temáticas de empleo, sino que se puede destinar para financiar otro tipo de proyectos, como los de educación rural, de atención integral a primera infancia y del sistema penal juvenil.

Con base en lo aprendido tras realizar el primer bono, se lanzará en el país el Fondo de Pago por Resultados, el cual será instalado en Prosperidad Social. Este fondo, que es el primero en su tipo en Latinoamérica, se formó para tener un respaldo cuando los recursos necesarios para un proyecto superen la anualidad presupuestal.

Cabe señalar que por la similitud en el nombre, los BIS podrían tender a confundirse con los bonos sociales que se emiten en el mercado de capitales, pero son diferentes.

Laura Casas, líder de SIBs.CO), explicó que los BIS no son bonos que se emiten en el mercado de capitales, sino que son contratos de pago por resultados. Se podrían considerar más bien similares a alianzas público-privadas que buscan resolver problemas sociales complejos.

“Los otros bonos sociales, que sí son emitidos en el mercado de capitales, son instrumentos financieros como cualquier otro bono, pero los recursos están destinados a financiar proyectos enfocados en mitigar un problema social”, señaló.

Los aprendizajes del primer BIS implementado en Colombia
Tras el lanzamiento del bono ‘Empleando futuro’, se incluyó en el Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022, como estrategia de innovación pública, desarrollar modelos de pago por resultados y bonos de impacto social, así como un Fondo de Pago por Resultados. Además, se realizó un documento, llamado ‘Resultados de la Agenda de Aprendizajes’, en el que se encuentra todo lo aprendido en este primer bono para que quienes quieran replicarlo, puedan hacerlo. Este modelo de contratos introdujo incentivos financieros y de reputación que motivaron a los inversionistas, al intermediario y a los operadores a enfocar la gestión y las estrategias en mejorar los resultados centrales del proyecto.