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Venta de segunda mano, cambio, relleno para cojines, bolsos y accesorios, algunos de los usos que se les puede dar a las prendas
Para nadie es un secreto que la industria textil es una de las más contaminantes del planeta, pues se estima que es la responsable de 20% de la contaminación mundial del agua potable.
A esto se suman otra serie de problemas como "la gran cantidad de recursos que consume para producir las prendas; la producción a gran escala en un modelo deslocalizado; y la forma de consumo acelerado propuesta por el fast fashion de comprar, usar por un corto periodo de tiempo y tirar", explica Ana Jiménez, country manager de GoTrendier en Colombia.
Y es que, precisamente, el fast fashion, que es definido por Green Peace como "los grandes volúmenes de ropa producidos por la industria de la moda en función de las tendencias y una necesidad inventada de innovación", es el responsable de que los países donde se fabrican las prendas de fast fashion trabajen de 14 a 16 horas diarias, tal como lo asegura la ONG.
Además, con todas estas tendencias de moda, la misma ONG asegura que en una media mundial, las veces que se usa la ropa han decrecido 36%.
Por todo esto, vale la pena revisar algunas formas por medio de las cuales es posible darle una segunda vida a esa ropa que ya no se usa.
Una de las opciones que más fuerza ha tomado con el tiempo es el cambio de ropa o la venta de prendas de segunda mano. "Cuando usamos la ropa durante todo su ciclo de vida, ya sea usándola o cambiándola de manos en el mercado de segunda mano, logramos generar impactos ambientales positivos en términos de ahorro", añade Jiménez.
Para ello hay varias aplicaciones actualmente como GoTrendier, RenuevatuCloset, ClosetUp, entre otras, o incluso páginas de Instagram en las que distintos emprendimientos como @segundamanop, @lasting_clothes, @ropadesegundamanocolobia, entre otros, compran y venden prendas a un público ávido de este tipo de productos.
"Solamente con el gesto de usar la ropa el doble de tiempo que lo estamos haciendo, la ONU nos dice que como consumidores lograríamos reducir el impacto de la industria de la moda en 25%", indica Jiménez, quien cree que no hay prenda más sostenible que aquella que ya existe, ya que al darle una segunda vida a una prenda en buen estado y no desecharla genera 80% menos de huella de carbono que comprar una nueva.
"Solamente con el gesto de usar la ropa el doble de tiempo que lo estamos haciendo, la ONU nos dice que como consumidores lograríamos reducir el impacto de la industria de la moda en 25%".
A esta alternativa, también, se suma el hecho de crear nuevas prendas o accesorios con ropa que ya no se usa, como por ejemplo, bolsos, gargantillas, fundas para cojines, e incluso, nuevas prendas, como cortar un jean para convertirlo en un short.
Además, si se busca algo más creativo, hay quienes emplean la ropa que ya no se usa como relleno para pufs o cojines decorativos.
Otra alternativa para prendas que ya no tienen el color o la apariencia deseada es personalizarlas, y para ello existen cientos de videos en redes sociales como DIY (hazlo tú mismo), en los que creadores de contenido brindan ideas para dar un toque personalizado a las prendas.
También, algunas empresas de ropa como Falabella y H&M han creado campañas con las que buscan fomentar la economía circular, dando descuentos o prendas nuevas a quienes llevan prendas que ya no usan para que dichos almacenes puedan reciclarla y reducir la contaminación y la huella de carbono.
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