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De acuerdo con el Inventario Nacional de Emisiones de Gases Efecto Invernadero elaborado por el Ideam y el Pnud, Colombia aumentó 15% sus emisiones de CO2 en los últimos 20 años al pasar de 245 millones toneladas en 1990 a 281 millones de toneladas en 2010.
Las últimas cifras de emisión son de 2012 cuando el país generó 178.258 millones de toneladas de CO2, de las cuales 44% las produjo el sector de la energía (77.784,2 millones). De ahí, el transporte representó 38,3% de las emisiones: el terrestre (automóviles, camiones, autobuses, motocicletas) significó 32,5%, es decir, 29.791,2 millones de toneladas; y la aviación, ferrocarriles y navegación, el 5,7% restante.
Para medir el impacto que cada persona deja sobre el planeta en su vida cotidiana, la huella de carbono es un indicador que cuantifica las emisiones de gases de efecto invernadero, medidas en emisiones de CO2 que son liberadas a la atmósfera debido a las actividades humanas.
Aunque ser totalmente amigable con el medioambiente no es una tarea sencilla, los expertos aconsejan empezar poco a poco optando, por ejemplo, por empezar a utilizar otras alternativas de transporte como la bicicleta que no contamina el aire.
Con el objetivo de averiguar la huella de CO2 que un bogotano deja en su día a día, LR se ayudó de la calculadora de Codensa para encontrar las diferentes emisiones asociadas a un desplazamiento cotidiano en diversos medios de transporte. Según explicó la compañía, este cálculo se hace teniendo en cuenta que un árbol absorbe en promedio 21,77 kilogramos (48 libras) de CO2 al año.
Por ejemplo, para mitigar la huella de carbono de un habitante de Bogotá que se desplaza diariamente en promedio 20 kilómetros (ida y vuelta) con su automóvil y emite 1.387 kilos de CO2 al año, se necesitarían cultivar 64 árboles anualmente. Este caso aplica para las personas que viven en el Portal de la 80 y se desplazan todos los días hacia Chapinero; para las que habitan en Colina y se acercan hasta Chicó; o para las que tienen su casa en Salitre y van a trabajar cada día al centro.
Cuando las distancias se amplían, las emisiones de CO2 también aumentan. Por ejemplo, si un trabajador realiza dos trayectos diarios de 19 kilómetros con su automóvil desde su casa ubicada en el barrio Cedritos, al norte de la capital, hasta su lugar de trabajo en el centro de la ciudad, estaría produciendo 2.635,3 kilos de CO2 al año y necesitaría 121 árboles para revertir en 100% esa huella en un año. Esa misma distancia con una motocicleta se reduciría a 1.664,4 kilos de CO2 al año y si viaja en transporte público sería de 859,9 kilos anuales.
En el caso de que una persona viva en Bosa, al suroriente de Bogotá, y tenga que desplazarse a laborar en los alrededores de la Zona T, al norte, lo que representa una media de 22,4 kilómetros por trayecto estaría produciendo con su carro 3.051,40, es decir, necesitaría 140 árboles para revertir en totalidad su huella. Esa misma persona, en transporte público produciría 995,7 kilos y en moto 1.927,20 al año.
Y, si vive en Chía y se quiere desplazar hasta el Parque de la 93 produciría 3.606,2 kilos de CO2 al año en su carro; 2.277,60, en su motocicleta; y alrededor de 1.176,80, si viaja en transporte público.
Según un estudio de la Universidad Nacional, los vehículos que generan las mayores emisiones de gases efecto invernadero son los que funcionan con gasolina, entre los que se destacan las motocicletas, seguidas de los taxis a gasolina y a gas natural.
Por ejemplo, las motocicletas de cuatro tiempos con cilindraje mayor a 150 cc emiten 167 gramos de CO2 por kilómetro recorrido y pasajero transportado (g/km-pasajero), seguidas de los taxis que utilizan gasolina y emiten 60% y los automóviles sin catalizador, que alcanzan 56% de las emisiones proporcionadas por las motocicletas.
Así lo explicó la investigadora Yohen Cuéllar, magíster en Ingeniería Ambiental de la Universidad Nacional de Colombia, quien determinó cuáles son los impactos ambientales de toda la cadena de producción de combustibles que abastecen los vehículos de transporte de pasajeros de Bogotá.
Por su parte, el director del Observatorio de Movilidad de la misma universidad, José Stalin Rojas, opinó que si bien se están dando pasos en pro del medio ambiente como el incremento del uso de la bicicleta o de los vehículos eléctricos, aún queda mucho por hacer.
“Existe un plan de reconversión tecnológica para ir hacia lo eléctrico. Sin embargo, aún es necesario hacer más esfuerzos para generar conciencia tanto en el sector público como en el privado”.
Los beneficios de los vehículos eléctricos
En la actualidad, los aspectos ambientales e impactos derivados de la volatilidad del precio de los combustibles fósiles han estimulado el uso de los vehículos eléctricos. En Colombia, todavía hay poco más de 400 registrados pero según Codensa los beneficios son importantes pues un motor eléctrico puede ser hasta seis veces más eficiente energéticamente que un motor a combustión. Hoy en día, existe una estación de recarga pública para vehículos particulares y cuatro estaciones con 38 cargadores para la flota de taxis eléctricos de Bogotá.
Las opiniones
Stalin Rojas
Experto en movilidad
“El incentivo del uso de la bicicleta como medio de transporte para llegar al trabajo ayuda a cuidar el medio ambiente”.
Yohen Cuéllar
Ingeniera ambiental de la Universidad Nacional
“Si la flota de TransMilenio pasa a vehículos eléctricos reduciría las emisiones de GEI en 86% comparado con los que utilizan diésel”.
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