MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
Agregue a sus temas de interés
Existen alternativas como la app Anidum y la tienda Usado, Bonito y Barato Kids, que contribuyen a la economía circular y generan ahorros de hasta 70% a los padres
Como parte de una estrategia de economía circular, en el país existen alternativas para comprar, vender, intercambiar o regalar productos infantiles, una tendencia de consumo que viene tomando fuerza dentro de diferentes mercados, que va desde el reciclaje de materias primas hasta acciones de reutilización y tiendas de segunda.
Este modelo apunta a usar menos materias primas, generar menos residuos y en consecuencia menos emisiones, siendo una manera más sostenible de consumir productos como los hechos para bebés y niños.
Este es un segmento en el que las prendas y otros artículos son usados por cortos periodos de tiempo, que pueden ir desde días, como la ropa y accesorios, hasta algunos meses o pocos años, como los coches, corrales o sillas de alimentación.
Estas prácticas promueven un consumo sostenible y la disminución de la huella de carbono, que se vuelve representativa, teniendo en cuenta que la ropa es uno de los productos que más rota en la niñez.
La industria textil es la segunda más contaminante del mundo, generando 10% de las emisiones mundiales de carbono, más que los vuelos internacionales y el transporte marítimo juntos, según datos del Parlamento Europeo.
“Hay muchos artículos que los bebés dejan como nuevos, por eso aconsejo comprarlos usado, y si se compra nuevo, que sean marcas nacionales para promover la economía”.
“La economía circular está cambiando paradigmas. El presente modelo económico de ‘extraer, producir, desperdiciar’, está llegando al límite de su capacidad física”.
Para Siris María López, directora de negocios internacionales de la Fundación Universitaria San Mateo, estas prácticas llegaron para redefinir el futuro del consumo, “la economía circular se convierte en una alternativa que busca redefinir el crecimiento de las naciones, lo que en consecuencia implica disociar la actividad económica del consumo masivo e impulsivo de una sociedad que alberga un mundo en el que los recursos se terminan y estamos en un punto de no retorno”, aseguró.
Opciones como la donación de ropa o artículos a ONG’s, la tradición de heredar, los comercios online o aplicaciones de venta de productos infantiles, son algunas de las alternativas a elegir para consumir más responsablemente.
Cindy Cardona Martínez, diseñadora gráfica y madre, creó la app Anidum, una plataforma gratuita de comercio de ropa y artículos de segunda mano para bebés y niños de hasta 14 años.
“Cuando mi bebé nació me impactó darme cuenta de la cantidad de cosas que le pueden decir que necesita, la cantidad de tallas que se deben comprar en los dos primeros años de vida y el dinero que se termina gastando, para que al final la cosas terminen en cajas como nuevas, incluso si las ha heredado”, afirmó Cardona.
En Anidum, los padres pueden comprar, vender, intercambiar o regalar productos de hasta 12 categorías, que incluye desde ropa para bebés, útiles escolares y hasta artículos para mejorar la accesibilidad de niños como sillas de ruedas.
“Muchas cosas de mobiliario para el bebé quedan en su mayoría como nuevos, por eso mi consejo es que se compren de segunda, pero si definitivamente no lo encuentran, elijan marcas nacionales para promover la economía del país”, añadió Cardona.
Por esto, dentro de la app, que se puede descargar para Android y próximamente para iOS, existe un espacio para marcas colombianas de artículos infantiles que deseen vender sus productos nuevos, una vez sean verificadas como marcas nacionales.
Otro de los beneficios de estas prácticas, es el aporte económico que puede traer a una familia recuperar su inversión.
Melisa Mantilla Garrido, fundadora de Usado, Bonito y Barato Kids,decidió emprender en el mercado de segunda mano para estar cerca de sus hijos.
En su tienda online, compra y vende productos infantiles en todo el país, siendo una oportunidad para muchas familias de también generar ingresos y ahorrar.
“Aquí los padres pueden ahorrar hasta 70% y recuperar lo invertido. Comprando artículos desde $8.000 en adelante y vendiendo artículos de excelentes marcas”, aseguró Mantilla.
Si hay algo que los niños usan más después de los pañales y toallas desechables, es la ropa, pues su rápido crecimiento obliga a los padres a comprar nuevas prendas constantemente, esta es una de las categorías en las que se opta por prácticas más sostenibles y comprar ropa de segunda.
Datos del Parlamento Europeo, estiman que para la elaboración de una camisa de algodón, se utilizan 2.700 litros de agua dulce, siendo la industria textil la responsable de la contaminación de 20% del agua potable mundial; además, de tener una cifra muy baja de reciclaje de residuos para crear nuevas prendas, ubicándose entre 1% y 3%.