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Las compañías que participan en esta iniciativa han invertido US$1,4 millones en conjunto para reducir a la mitad el nivel de derroche de alimentos en la región.
Los niveles de desperdicio de alimentos en América Latina y en el mundo han llegado a cifras alarmantes. Según estudios recientes, la tercera parte de la producción de comida se pierde y desperdicia durante sus procesos de producción y en el consumo de los hogares. Ante ese escenario, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), junto a otras 10 compañías y agremiaciones en el mundo, decidió liderar una iniciativa para revertir dichos indicadores de carácter social.
Se trata de la campaña #SinDesperdicio, que tiene como propósito reducir a la mitad el desperdicio per cápita de alimentos y reducir las pérdidas en las cadenas de producción y distribución para 2030. En medio del proceso, que busca generar resultados en 2021, la plataforma desarrollará proyectos piloto en México, Colombia y Argentina, aunque también prevé llegar a otros países en ese mismo periodo.
De acuerdo con las cifras que maneja el BID para definir su estrategia de campaña, la pérdida anual de alimentos en América Latina llega a 127 millones de toneladas. Dicha cifra representa 30% del total en un año. Por su parte, en Colombia se pierden 9,7 millones de toneladas de comida, las cuales abarcan casi 8% del total desperdiciado en la región.
A su vez, se estima que alrededor de 42 millones de personas pasan hambre en América Latina y que una persona en la región desperdicia hasta 223 kilos de comida al año. No obstante, es importante destacar que, por cada tonelada de alimentos no desperdiciada, se evita la emisión de 3,09 kg de CO2.
Ese factor adquiere relevancia si se tiene en cuenta que el desperdicio de alimentos es el factor que más incide en la contaminación ambiental. De hecho, 59% del total de residuos sólidos en el mundo pertenecen a la categoría ‘food and garden’.
¿Qué hacen las empresas?
Para lograr un cambio radical en este ámbito, el BID cuenta con el apoyo de empresas como Coca Cola, Grupo Bimbo, Dow Chemical, IBM, Nestlé, Oxxo y la Fundación Femsa, además de organizaciones como el World Resources Institute, el Banco de Alimentos y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para llevar a cabo la iniciativa.
Uno de los focos clave del trabajo de estas empresas tiene que ver con los materiales y el uso de los empaques de la comida. En ese aspecto, Dow Chemical ha sido un aliado importante. Según comentó el director comercial de la compañía para la región, Juan Pablo Contreras, su aporte central se remite a la tecnología, porque “la industria del empaque en la preservación de alimentos es clave para darles mayor vida útil”.
Otra de las firmas que le apuesta al tema de los empaques en los alimentos es Bimbo, que se ha centrado en eliminar el excedente de plástico en sus procesos de manufactura, asegurando el suministro de fuentes sustentables certificadas de papel y cartón. La empresa espera que, para 2025, todos las envolturas de sus productos sean de material reciclable. En dicha meta se tiene un avance de 80%, según destacó la compañía.
“Esto no puede parar, porque cuando tengamos la conciencia de que los alimentos no se deben desperdiciar, sigue un componente de educación que se debe potenciar”.
“Estamos dando un paso más hacia nuestro propósito de contribuir a hacer de este mundo un lugar mejor y reducir las pérdidas de alimentos en la región”.
El director global de Personal y Asuntos Corporativos de Grupo Bimbo, Raúl Argüelles, destacó que uno de los aportes clave de la empresa es la carrera ‘Global Energy Race Bimbo’. Como resultado de los kilómetros recorridos por todos los participantes, la panificadora donó 1,4 millones de rebanadas de pan al Banco de Alimentos en la última edición.
El rol de las plazas de mercado
Contreras también destacó que las plazas de mercado juegan un rol importante en la campaña porque “la pérdida se puede reducir en la medida que los productos que llegan allá se empacan, transportan y ponen al servicio de consumidor en la mejor manera posible”.
El ejecutivo aclaró que la pérdida de alimentos se da cuando el producto se malogra desde el proceso de producción, distribución y recolección. Por otro lado, el desperdicio se genera cuando se deja que los productos perezcan mientras están listos para el consumo de los hogares.
Los cuatro ejes de la campaña del BID
En el proceso que lleva a cabo el BID junto a las compañías ya mencionadas, hay cuatro aspectos que focalizan las actividades de la iniciativa: proyectos innovadores; políticas públicas a nivel nacional y local; generación de conocimiento y hábitos de consumo responsable. Se espera que se generen varios proyectos en Colombia, México y Argentina, además de una amplia cooperación de los gobiernos de dichas naciones, así como de los académicos en cada una de ellas. Inicialmente, las 10 compañías han invertido US$1,4 millones en conjunto, y se espera que a 2021 se reduzca a la mitad el nivel de desperdicio de alimentos.
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